Colección de muebles pornográficos ruboriza a los investigadores
Muchas personas creen que hay un abismo que nos separa de los hombres del pasado: sombreros ridículos, costumbres extrañas o lenguas intraducibles. Sin embargo, todos estos aspectos son superficiales. Los sentimientos y los afectos más íntimos de los seres humanos siguen siendo los mismos. Tampoco Catalina la Grande pudo escapar de los placeres de toda la vida.
Wikipedia/Grand Duchess Catherine Alexeevna by I.P. Argunov after Rotari (1762, Kuskovo museum)
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La zarina rusa de origen alemán pasó a la historia por haberse catapultado a sí misma al trono y haber renovado Rusia. Además, es considerada como una de las representantes del absolutismo integrado; su correspondencia con Voltaire y Denis Diderot es muy conocida; sin embargo, parece que tenía un secreto que causó un gran revuelo, y con toda razón.
Durante la Segunda Guerra Mundial, se encontraron algunos muebles pornográficos cerca de San Petersburgo que se le atribuyeron a Catalina la Grande. A pesar de que estas piezas tan especiales fueron destruidas, las fotos que tomaron los soldados alemanes todavía se conservan.
Debido al libertinaje sexual que caracterizó a Catalina, a nadie le extrañó que esos muebles le hubieran pertenecido. Es muy probable que gran parte de estas leyendas sean infundadas; sin embargo, se le atribuyen unos 20 amantes durante su reinado.
En cualquier caso, el palacio donde encontraron los muebles no pertenecía a Catalina, sino a Grigori Orlow, un amante de la zarina y oficial del ejército ruso. Además, el diseño corresponde más bien a una época posterior.
La procedencia de los muebles sigue siendo un misterio; sin embargo, estas piezas nos demuestran que la diferencia entre las personas de hoy en día y las de los siglos anteriores son solo superficiales.