Una mujer cuida de su marido y recibe un agradecimiento especial
Yin Sha, de Taiwan, se despidió de su marido dándole un beso antes de irse a trabajar, pensando que su día sería un día más. Pero por la tarde recibió una llamada que cambiaría el curso de su vida para siempre: su marido había tenido un accidente. En el otro lado de la línea una voz le dijo que estaba cubierto de sangre y que se lo llevaban al hospital.
Su marido se llamaba Zhao Hong y trabajaba de policía de tráfico. Una conductora borracha lo atropelló, y aunque al principio dijo que una luz la había cegado la verdad se supo en cuanto le hicieron un test de alcoholemia.
Las piernas de Zhao Hong quedaron destrozadas por el impacto. El equipo médico pensaba que solo podrían salvarle la pierna izquierda. Cuando Yin Shan llegó al hospital, él ya estaba en coma. Para salvar su vida, ella tuvo que firmar un papel dándoles permiso a los médicos para que le amputaran la pierna derecha, que creían que sería lo más sensato para salvar su vida.
Entonces, con la inexpugnable ayuda de su mujer, Zhao tuvo que aprender a andar de nuevo.
"Estaba deseando volver a andar de nuevo. El primer día que me pusieron la prótesis, intenté escalar el rocódromo del hospital. Esa fue la única ocasión en la que mi mujer me tuvo que poner límites," recuerda Zhao Hong. Él describió lo difícil que era adaptarse y cómo Yin Shan estuvo a su lado todo el tiempo. "Si no fuera por mi esposa, nunca hubiera superado este desafío".
La mayor ironía era que, aunque Yin Shan estaba siendo la esposa ideal, sus padres estaban en contra de su relación. Ninguno de sus familiares apoyaban su relación. Así que cuando Zhao quiso casarse con Yin Shan, no pudo declararse tan románticamente como él hubiese querido. De hecho, ni siquiera tuvieron una celebración de boda: simplemente fueron al ayuntamiento y se registraron.
Desde entonces, siempre se habían arrepentido de eso.
Mientras Zhao Hong se recuperaba, sus compañeros se enteraron de su historia. Un grupo decidió reclutar algunas enfermeras del hospital para que, entre todos, pudieran darle una segunda boda como la pareja se merecía.
Un día, le pidieron llegar al hospital antes de lo normal para hablar de la terapia con las enfermeras. Cuando ella entró, su marido no estaba allí; solo había un mensaje en una mesa.
En una nota ponía que debería ver el vídeo que él le había hecho. Al principio estaba confundida, pero cuando lo vio no pudo contener las lágrimas.
En el vídeo Zhao describe su agradecimiento por su apoyo tras el accidente. Le dijo lo mucho que la quería y lo feliz que estaba de que se hubiesen casado, a pesar de que sus familias no querían. Al final, le dijo que fuera al gimnasio del hospital.
Cuando llegó, el gimnasio estaba lleno de globos, flores y músicos tocando el violín.
Su marido la estaba esperando con un enorme ramo de flores. Delante de todos los asistentes, una vez más, le pidió la mano en matrimonio, diciéndole que empezaran de nuevo, más felices y juntos que nunca para el resto de sus vidas.
Todos los presentes estaban rebosantes de júbilo. En este vídeo (en chino) tienes más imágenes de su historia:
"Tras el accidente, presenciamos cómo de difícil era superar todas las cirugías. Y Zhao Hong nunca se rindió. Cuando vi a Yin Shan, supe por qué", dijo uno de los compañeros de Zhao Hong.
¡Qué gran relación tienen! A pesar de pasar por tiempos difíciles, se mantuvieron juntos en la salud y la enfermedad. ¡Su generosidad y pasión pesó más que la tragedia!