Americana tiene idea que transforma radicalmente la UCI infantil

En 2001, Yamile Jackson estaba muy emocionada por la llegada de su primer hijo. Al principio, el embarazo marchaba muy bien, pero en el sexto mes Yamile desarrolló un grave caso de preeclampsia (una peligrosa alteración que eleva la presión sanguínea, entre otras cosas).

Youtube/Deluxe's Project Rev

Con el fin de salvarle la vida tanto a la madre como al bebé, los médicos decidieron provocarle de inmediato el parto a Yamile. Exactamente 12 semanas antes de lo previsto, el pequeño Zachary vino al mundo. El prematuro bebé apenas pesaba 1.100 g y tuvo que pasar sus primeros 155 días en la unidad de cuidados intensivos. 

Yamile permanecía todos los días a su lado, pero fue obligada a dejar el hospital por las noches. Cada despedida le rompía el corazón. Odiaba tener que dejar a su hijo dentro de la fría y estéril incubadora.

Lo que ella quería era tener a su hijo en brazos día y noche; él necesitaba su amor a todas horas. Así que Yamile pensó en una forma de poder "estar" junto a él, incluso después de irse a casa. Una noche, mientras lavaba los platos, se quedó pensando en el guante de plástico que estaba usando. De inmediato, a Yamile se le ocurrió una descabellada idea que quería poner a prueba lo antes posible.

Rellenó un guante con linaza y lo llevó al hospital al día siguiente. Mientras estaba sentada al lado de Zachary, mantuvo el guante cerca de su cuerpo durante todo el día. Cuando llegó la hora de marcharse, puso el guante impregnado de su aroma junto a Zachary para que él tuviera la sensación de que ella seguía ahí toda la noche.

Al día siguiente se sorprendió cuando las enfermeras le contaron lo bien que había funcionado el truco del guante. El ritmo cardíaco y la respiración de Zachary se habían estabilizado mucho más en comparación con las noches anteriores. Además, había dormido mucho más profundamente. A partir de entonces, Zachary durmió todas las noches junto a "Zaky", nombre con el que Yamile empezó a llamar al guante. Cuando por fin llegó el momento de que la madre y el bebé regresaran a casa juntos, una enfermera habló con ella en privado y le dio una sorpresa final...

... ¡el hospital quería saber si tenía más de sus guantes! Querían practicar este método con otros bebés en la unidad de cuidados intensivos. Así que Yamile empezó su labor: hizo más de 100 modelos de "Zaky" para el hospital, usando una gran variedad de materiales y telas.

Tanto los padres como los empleados del hospital estaban muy sorprendidos, y de repente hubo una gran demanda de "Zakys". Estos guantes parecen calmar a los bebés, así que Yamile estaba sobrepasada por el número de pedidos que recibía. De hecho, el guante tuvo tanto éxito que decidió fundar su propia compañía: Nurtured by Design. Actualmente, cada vez más bebés se benefician de los efectos tranquilizantes de estos guantes. Los estudios han demostrado que los bebés que duermen cerca del suave aroma de sus padres y que tienen la sensación de una mano reconfortante a su lado están visiblemente más tranquilos, respiran mejor y padecen menos complicaciones.

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Oooh, es maravilloso que una mamá creativa haya cambiado tan drásticamente la vida de muchos padres y recién nacidos. ¡Y todo empezó mientras lavaba los platos! Zachary ha crecido desde entonces, se ha convertido en un adolescente saludable y está muy orgulloso de su ingeniosa madre.

Puedes ver el video en inglés con más información a continuación: 

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