Niño con el rostro seriamente deformado pasa por una peligrosa cirugía
Advertencia: debido al caso de desfiguración extrema que se trata en esta historia, los lectores podrían considerar algunas imágenes perturbadoras.
Yahya El Jabaly es un niño de tres años que vive cerca de Tánger, Marruecos. Nació sin algunas partes de la cara. Ciertos problemas prenatales impidieron que sus huesos se unieran de manera normal, por lo que no tiene ojos y mandíbula superior. Además, tiene un agujero en el lugar que debería ocupar la nariz.
Por esta razón, el pequeño tiene que enfrentar innumerables retos en su vida diaria. Además de ser ciego, no puede hablar y, por lo tanto, no puede jugar con los otros niños del pueblo. Sus padres le cubren la cara cuando están en público para evitar las miradas curiosas de las personas. Su familia hizo hasta lo imposible para conseguir un cirujano que aceptara reconstruir el rostro del niño, pero todo fue en vano. Todas los profesionales que consultaron dijeron que la operación era muy peligrosa y que Yahya moriría. Aparte de los riesgos de la operación, existe el peligro permanente de contraer una infección debido a que gran parte del tejido interno de Yahya se encuentra expuesto.
Sin embargo, todo estaba a punto de cambiar gracias al poder de difusión del Internet. Un día, un amigo del padre de Yahya tomó la iniciativa de publicar una imagen del niño en Facebook para pedir ayuda.
Facebook/Moroccan Children's Appeal
Después de algunos meses de espera, recibieron una respuesta del otro lado del planeta. Fatima Baraka, una paisana marroquí residente en Australia, se conmovió con la historia del pequeño, quien vivía no muy lejos de donde ella había nacido. Fatima acababa de superar un cáncer de pecho y decidió ayudar a la familia El Jabalya .
Fatima contactó a un reconocido cirujano en Australia, Tony Holmes, muy famoso por haber separado con éxito a las gemelas Trishna y Krishna de Bangladés. Para el regocijo de Fátima, el médico aceptó la misión.
"Creo que todos tenemos el derecho a tener una apariencia humana y este niño no la tiene", dijo el doctor Holmes.
La generosidad de Fátima no terminó aquí. Hospedó a la familia en Australia durante todo el tratamiento y recolectó dinero para pagar los costos de la operación. La familia voló hasta Melbourne, donde conocieron a Fatima y al médico.
Por su parte, Fatima relató: "Me llegó al corazón, estoy encantada con este pequeño... No veo un niño deforme; solo veo a un hermoso niñito, una pequeña y bella alma. Eso es todo lo que veo".
El pequeño Yahya tuvo que pasar una serie de pruebas muy complejas, ya que el equipo médico quería asegurarse de que podría resistir la operación. Afortunadamente, superó todos los análisis y revisiones médicas, y el equipo programó la extrema reconstrucción craneofacial. El Dr. Holmes unió las dos partes frontales del cráneo y le modeló una nariz. Debido a que la cuerdas vocales estaban intactas, sería muy posible que el niño pudiera hablar.
Incluso para este cirujano, la operación fue muy complicada y peligrosa; era consciente de que había una posibilidad muy baja de que el pequeño muriera si se presentaba alguna complicación imprevista. Sin embargo, estaba determinado a ayudar.
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"Mi mayor temor era, independientemente de la operación, la reacción de su organismo y, sobre todo, de su cerebro", dijo el Dr. Holmes.
La primera operación para construirle un nuevo rostro a Yahya duró 20 horas
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Como pueden ver, el resultado es extraordinario.
Después de 18 meses en Australia, el niño de cinco años regresa a casa.
Facebook/Moroccan Children's Appeal
Yahya todavía tiene que pasar por otras pequeñas operaciones como parte de su reconstrucción facial, pero su calidad de vida ya ha mejorado inmensamente. Gracias al talento de un grupo de cirujanos comprometidos, pero sobre todo, gracias a la generosidad y al cariño de una desconocida que vivía del otro lado del mundo, Yahyah no solo no tiene que llevar el rostro cubierto nunca más, sino que puede estar tranquilo y orgulloso de sí mismo.