Increíble historia de una chica que persigue a un ladrón de perros

Que hay que tener cuidado con tu bolso, tu cartera o tus pertenencias de valor es bien sabido, puesto que cualquier listillo te las puede robar sin que te des cuenta. Pero nadie tendría tan mal corazón como robar un perro, ¿verdad? Pues desgraciadamente sí que existe gente así. Esta es la historia de Wiley.

Los texanos Angela Ream y Sterling Ream conocieron a Wiley en el desierto, cuando esta persiguió su camioneta y se metió en el maletero. Ellos pensaban que era un coyote, pero no: era una perrita demacrada que parecía necesitar ayuda. Decidieron adoptarla, y tras vacunarla y darle los cuidados necesarios, se convirtió en una más de la familia. No se separaba del lado de los Ream en ningún momento... hasta el día de los hechos.

Angela fue con Wiley a comprar a un supermercado y la dejó atada en un sitio designado para que los dueños dejen a sus perros mientras entran a comprar. Al salir, su perra no estaba allí. "Es mi culpa", dice Angela, apenada. "Ella es demasiado buena y se iría con cualquiera. No solo me duele haber perdido a mi mejor amiga, sino el hecho de que haya sido culpa mía". Con la ayuda de sus vecinos y de la policía, Angela empapeló el barrio con carteles de su perrita perdida. 

Y aquí es donde entra en escena la heroína de esta historia. Alyssa Sanderford vio en Facebook una foto del cartel de "Perro perdido" con una foto de Wiley. Esta chica, de 35 años, es amante de los animales y tiene dos perros. Se quedó con la cara de Wiley, y ante su sorpresa vio a lo lejos a una perrita parecida a ella. Además de ser del mismo color y de la misma raza, tenía el mismo collar naranja. Pero había un chico de 20 y pocos años sujetando su cuerda. 

"Fui hacia él y le dije, 'Ese perra es robada, devuélvela. Él dijo 'no sé de que me hablas'.", relata Alyssa. "Le quité la cuerda a la fuerza, pero él me la volvió a quitar. Se enfadó y escapó corriendo". Ella se quitó las sandalias y salió corriendo descalza detrás del ladrón. Dos empleados de un comercio local se unieron a la persecución, pero se rindieron pronto, y advirtieron a Alyssa de que el tipo parecía peligroso. Entonces una pareja que iba en un auto la invitaron a que se subiera para continuar la caza. Pero al tiempo también se rindieron.

El final de esta loca persecución llega cuando los dos empleados anteriores aparecen en el último segundo montados en un auto, como si de una película de Hollywood se tratara. Así consiguieron alcanzar al ladrón y rescatar a Wiley. La policia se presentó en la zona de los hechos. Como el sospechoso dijo que la había encontrado por la calle, no pudieron hacer para para juzgadlo puesto que no había pruebas de que había robado a la perrita.

Cuando Wiley se reunió con Angela, dio saltos de alegría, bebió mucha agua y se dio una larga siesta para recuperarse. Ahora está tan sana como nunca. Angela dijo de Alyssa: "No conozco a esta chica, pero arriesgó mucho para poder devolverme a mi perra. Es una historia increíble... Me hace volver a tener fe en la humanidad."

La anécdota de la historia fue cómo Alyssa contó todo lo ocurrido a su novio; le escribió un mensaje a su teléfono móvil que decía así: "Primero de todo, estoy bien. Segundo, sé que esto no es lo más inteligente que he hecho en mi vida, pero..." Pues un aplauso para todos los que hacen cosas tan poco inteligentes como la de Alyssa, porque sin la valentía de esta chica, la historia de hoy no tendrían final feliz.

Créditos:

dallasobserver , people

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