Terror de verdad. Cirujano realiza experimentos macabros con perros

Advertencia: este artículo contiene imágenes que podrían perturbar a algunos lectores. 

A lo largo de la historia se han realizado muchos experimentos en nombre de la ciencia en lugares que se parecen más a salas de tortura que laboratorios científicos. Las pruebas hechas por el cirujano soviético Vladimir Petrowich Demikhov son los ejemplos perfectos. Por un lado, sus investigaciones dieron lugar a avances revolucionarios en el campo del trasplante de órganos, pero, por otro, se hizo mucho más famoso por una serie de espeluznantes experimentos, realizados entre 1940 y 1960.  

Además de ser especialista en medicina interna y cirujano, Demikhov tenía una obsesión: le gustaba amputar cabezas de perros y experimentar con varios métodos para mantenerlas vivas. 

Algunos experimentos consistían en conectar las cabezas a otros perros...

...y otras veces, trató de "unir" dos animales.

Quería investigar si los perros podían sobrevivir con esta nueva conformación y si un solo corazón podía proveer de suficiente oxígeno a dos cabezas.

Posteriormente, el médico llevó a cabo dos pruebas en las que intentó mantener con vida cabezas totalmente separadas mediante un corazón artificial. Para proclamar su "éxito", golpeó una mesa con un martillo para demostrar que la cabeza reaccionaba al estímulo auditivo. Pero estos aparentes logros duraron muy poco, ya que las cabezas murieron sistemáticamente después de algunas horas. 

Youtube/happysmellyfish

Los experimentos de Demikhov eran tan espectaculares como perturbadores. A pesar de sus múltiples descubrimientos fomentaron el desarrollo del transplante de órganos, fue su último trabajo con los perros decapitados lo que la mayoría de la gente recuerda de él. Hasta su muerte en 1998, a los 82 años, Demikhov sostuvo que que había logrado reproducir todas las funciones vitales. Sin embargo, en la actualidad los resultados siguen siendo muy polémicos.

En este vídeo puedes ver uno de sus experimentos, en el cual logra mantener con vida la cabeza de un perro con la ayuda de un corazón artificial (en inglés)...

Sin duda, unas imágenes muy desagradables y difíciles de olvidar. ¿Realmente se trata de ciencia o solamente de alguien que hizo realidad sus perversas fantasías? Actualmente, resulta difícil creer que este tipo de experimentos fueron aceptables alguna vez. Ojalá que esos días hayan quedado en el pasado para siempre. 

Créditos:

Youtube, Wikipedia

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