Encuentran un anillo de boda en la arena y buscan a su propietaria

La británica Julie Dass y su familia decidieron pasar sus vacaciones en la isla de Gran Canaria (España), pero nunca pensaron que encontrarían un pequeño tesoro enterrado en la arena de la playa.  

Mientras estaban tumbados disfrutando del sol, Jessica, la hija de Julie, encontró... ¡un anillo de oro en la arena! Al mirarlo más de cerca, la familia vio que había dos nombres grabados en su interior: Ulrika y Andreas; debajo, se podía leer una fecha. ¡Era un anillo de bodas! Julie pensó que la persona que lo perdió debía de estar muy apenada, así que decidió buscarla a través de Facebook. 

Junto a estas fotografías, Julie explicaba dónde habían encontrado el anillo y los nombres que había grabados en su interior. Además, ponía una condición: si alguien decía la fecha correcta grabada en el anillo, Julie sabría que se trataba de su dueña. Y el milagro no tardó: en pocos días, la publicación de Facebook llegó a oídos de Ulrika Knutsdotter, de Suecia, que se puso en contacto con Julie y confirmó que era la dueña legítima de ese anillo. 

Resulta que la familia de Ulrika había estado de vacaciones en la misma isla hacía pocas semanas. La mujer se quitó el anillo para ponerle crema solar a su hijo y se perdió en la arena. Estuvieron buscándolo durante horas, pero, al final, tuvieron que rendirse. No había rastro de su tan preciado anillo. Pero... ¡gracias a Julie ahora esta historia ha tenido un final feliz! Y es que cuando encuentras algo valioso que ya habías dado por perdido, le felicidad que sientes es máxima. Y más si es, como en el caso de Ulrika, algo que tiene tantos recuerdos encerrados. 

Créditos:

newsner

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