Bebita adoptada en Siberia sufre trastorno psicológico por malas condiciones
Tina Traster y Rick Tannenbaum eran un matrimonio en sus 40. Ambos tenían estabilidad profesional y emocional, por lo que sentían que ya estaban listos para hacer algo que nunca antes imaginaron: adoptar a un bebé. El reto no era menor, pero tenían las ganas y la confianza en que lo lograrían. Es por ello que en el año 2003 viajaron a Siberia para adoptar a Julia, una bebita que capturó enseguida sus corazones con sus ojitos almendrados y mirada tierna.
Cuando volvieron a Estados Unidos, tenían todo preparado para que la pequeña Julia se sintiera en casa. Sabían que venía de un orfanato muy pobre, en donde los bebés son dejados casi que a su suerte y no reciben mucho amor. Tina y Rick hicieron sus mayores esfuerzos por hacerla sentir querida, protegida y feliz. Y, sin embargo, parecía ser en vano. Julia mostraba indiferencia ante todo lo que la rodeaba. Rechazaba los abrazos y caricias, no jugaba con nada ni nadie, y evitaba el contacto visual con los demás.
“No respondía si yo le cantaba o leía. Era como si ella estuviese ahí, pero no lo estaba en realidad”, cuenta Tina. Pasaban los meses y, a pesar de que Julia fuera solo un bebé, era totalmente independiente. Tina y Rick comenzaron a sentirse culpables: ¿había sido una buena idea adoptar a su edad? ¿Quizás no estaban hechos para ser padres realmente? Algo no calzaba, y la depresión empezó a invadirlos.
Pasaron los años y la relación entre ellos siguió exactamente igual: unos padres intentando desesperadamente ganarse el amor de su hija, y una niña totalmente ajena a ellos, que no jugaba, no reía ni quería recibir amor. Pero fue cuando Julia empezó a ir al jardín infantil que Tina se dio cuenta de algo impactante. Julia no solo no se relacionaba con ellos, sino que tampoco con los niños de su edad ni sus profesores que veía a diario.
Al mencionárselo a su pediatra, él dio con la respuesta. Julia probablemente tenía un trastorno reactivo del apego, una condición psicológica que tienen muchos niños adoptados de orfanatos con malas condiciones. Como los infantes no reciben ningún tipo de amor ni cuidado en sus primeros meses, aprenden a desconfiar de todo y de todos, sin crear lazos con quienes le rodean ni esperar que alguien haga algo por ellos. ¡Esa era la descripción exacta de la actitud de Julia!
La pareja comenzó a investigar arduamente qué significaba tener este trastorno y, al mismo tiempo, a aprender cómo tratar a Julia. Justo coincidió con la edad en la que su hija comenzó a hablar y a comunicarse un poco más. Con distintas técnicas psicológicas y la ayuda de las palabras, pudieron empezar a crear un lazo más fuerte con su distante hija.
“Con el tiempo, logramos relacionarnos más con Julia. No necesariamente con amor y calor al principio, pero al menos estábamos yendo en la dirección correcta. La estábamos sacando de allí. Se hizo más capaz de mostrar ira en vez de indiferencia", cuenta Tina. "A medida que sus capacidades verbales se desarrollaban, tuvimos la ventaja de poder explicarle que la amamos y que nunca la íbamos a abandonar. Que entendíamos que era aterrador para ella el ser amada por un adulto, pero que estaba segura con nosotros”.
Poco a poco, Julia comenzó a salir de su solitario mundo y a sentir que podía confiar en esos dos adultos que son sus padres. Eso no quiere decir que actúe como si nada hubiese sucedido, pero con el tiempo se espera que pueda ser capaz de creer en los demás. Aún queda un largo camino por recorrer, y mucho que informar a los demás con respecto a este desconocido problema que los niños adoptados pueden desarrollar.
Los lentos, pero esperanzadores resultados, tienen a la familia con una actitud más positiva. "Tengo la esperanza de que mi historia sea una de optimismo. Incluso cuando sientes que quieres rendirte, nunca puedes hacerlo con un niño", enfatiza Tina. Y nosotros creemos que, con todo su amor y entrega, Tina y Rick podrán lograr esa conexión que siempre han deseado con su pequeña Julia.
Tina Traster publicó un libro contando la ardua historia que le ha tocado vivir tras la adopción de Julia. Puedes ver el trailer de su libro a continuación (en inglés):