Tatuaje de henna le provoca una terrible reacción a una chica

A Sophie Akis, de 22 años, le encanta ir de vacaciones a la playa de Agadir, Marruecos, junto con su familia y amigos.  

Le gustan especialmente esos curiosos tatuajes de henna negra que muchas personas de la región llevan en las manos y en las muñecas; se trata de un arte corporal muy común en el norte de África.

 

Sophie decidió hacerse uno, así que hizo una prueba 24 horas antes para asegurarse de que no tendría ninguna reacción alérgica. Por fortuna, no pasó nada malo, y esta chica continuó con su plan de tatuarse un hermoso diseño sobre la piel. 

Mientras estaba descansando en la playa de Agadir, un tatuador se le acercó y le preguntó si quería que le hiciera uno. Sophie aceptó encantada y él empezó a trabajar en el acto. 

Cuando terminó con su obra de arte, las manos y muñecas de Sophie estaban cubiertas con diseños muy bien elaborados. Ella estaba sorprendida de lo bien que se veían.

Pero la alegría de Sophie se desvaneció muy pronto. Unas cuantas horas después de la sesión de tatuaje, sus manos empezaron a inflamarse y a ampollarse. Su piel se puso extremadamente roja e irritada. 

El dolor fue en aumento hasta volverse insoportable. Sin saber qué hacer, Sophie regresó lo más rápido que pudo a Turquía, su país natal. Tan pronto como llegó a casa, fue directamente al hospital para solucionar el problema. 

De acuerdo con los médicos, se trataba de una reacción alérgica. Sophie tenía que sumergir las manos en yodo cada 10 minutos durante dos días. Además tuvo que usar una crema especial con cortisona.

"Sigue padeciendo mucho dolores", explicó Wendy, la madre de Sophie, quien también se encontraba en Agadir. "Por suerte, cuando le miro las manos cuidadosamente, no tiene cicatrices". 

Sophie no es la única. Todos los años, muchos turistas presentan este tipo de alergias como consecuencia de una reacción al sol o  de una henna de mala calidad. Incluso después de haber hecho una prueba en su piel, Sophie pasó por un viacrucis, lo cual nos demuestra que a pesar de los cuidados, siempre hay algo que puede fallar. Incluso si estos tatuajes se ven muy bien, dejar que un desconocido te los haga en la playa no es una buena idea. Esta es una lección que Sophie tuvo que aprender de la peor forma. 

Créditos:

Daily Mail

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