Una chica demuestra que la belleza no solo está en el físico

Sophia Ridlington es una chica británica de 22 años. Al final de su adolescencia, le diagnosticaron psoriasis, una enfermedad que provoca irritación y descamación en gran parte de la piel. "A menudo, mi piel se cuartea y sangra, lo que me causa mucho dolor", explica Sophia.

La psoriasis es incurable, pero existen varios tratamientos para aliviar los síntomas, tales como cremas con esteroides o luz ultravioleta. Pero la efectividad de estos medicamentos es temporal, y a las personas que padecen esta enfermedad no les queda otro remedio que aprender a vivir con ella. 

Las huellas de la psoriasis en la apariencia física de Sophia afectaron terriblemente su autoestima. "Pasaba la mayor parte del tiempo pensando en cómo cubrir mi psoriasis", recuerda. Para ocultar su enfermedad lo más posible, siempre llevaba camisetas de manga larga y pantalones hasta los tobillos. Pero esconder las manchas rojas y escamosas de su cara era mucho más difícil. Sin embargo, Sophia aprendió numerosos trucos de maquillaje. De hecho, se volvió una experta en ocultar su enfermedad cutánea y decidió especializarse en el campo de la cosmética. 

Un día, el mayor temor de Sophia se hizo realidad: su novio le echó un vistazo cuando tenía la cara lavada. El chico, que obviamente resultó ser una persona muy superficial, terminó la relación en ese momento, lo que le rompió el corazón. "Me hizo mucho daño. No me amaba por lo que realmente era", se lamentó Sophia. Pero en ese instante también tomó una decisión muy drástica: nunca más permitiría que alguien la definiera por su apariencia exterior. Estaba lista para aceptarse a sí misma tal como era.

Desde entonces, Sophia ha dejado de sentirse avergonzada cuando está en público. Actualmente trabaja como camarera en un bar y también ha empezado su propio negocio de cosmética, al que espera dedicarse a tiempo completo en el futuro. A sus 22 años, se siente más segura de sí misma que la mayoría de la gente en toda su vida. 

Además, Sophia ha estado publicando fotos de sí misma en las redes sociales. En algunas de estas imágenes está completamente maquillada y en otras aparece al natural. Pero quizás las más interesantes son aquellas que muestran la mitad de su cara con maquillaje y la otra completamente lavada. El contraste es obvio, pero el espectador puede apreciar la belleza de ambos lados. Sophia tiene la esperanza de que estas fotos mejoren la autoestima de aquellos que padecen enfermedades que afectan su apariencia. Además, les ofrece a otros enfermos de psoriasis algunos consejos muy útiles para cuidar su piel, como por ejemplo, ponerse crema hidratante antes de aplicar el maquillaje para evitar que la enfermedad empeore. 

El exnovio de Sophia se alejó de ella debido a su apariencia física y, obviamente, no merece su amor. Fue un golpe duro para esta chica, pero ella se las arregló para reunir fuerzas y continuar su vida con una actitud mucho más sana. Ahora desborda seguridad en sí misma y está ayudando a otros a hacer lo mismo. ¡Bien hecho, Sophia!