Tras un dramático parto, una madre con sobrepeso recupera su figura

Cuando la británica de 24 años Shannon Roan se quedó embarazada, no cabía en sí de gozo. A pesar de que padecía sobrepeso (un factor de riesgo para la madre y el bebé), ella quería tener un hijo.

Más tarde, en un examen rutinario, su médico encontró bacterias estreptocócicas en su vagina. Muchas mujeres las tienen y no suele ser un problema, pero en el caso de Shannon, se tradujo en sangrado y rompió aguas a las 29 semanas. Para asombro de todos, su equipo médico consiguió evitar el aborto.

Pero cuando llegó el momento, Shannon sufrió un colapso circulatorio, y como consecuencia, su salud se deterioró drásticamente. Cuando el médico, durante un ultrasonido, ya no pudo escuchar ningún latido procedente de su útero, la conclusión fue devastadora: su bebé probablemente había muerto del shock.

Entonces se concentraron básicamente en salvar a la madre, que entró en coma, y a la que tuvieron que poner respiración asistida.

Sin embargo, tenían que quitar el feto muerto de su vientre, y no había otra alternativa que realizar una cesárea de emergencia. Su familia se preparaba para las peores noticias: podían perder también a Shannon. Pero para sorpresa de todo el equipo médico, ¡descubrieron que el bebé estaba vivo! Unos días después, Shannon salió del coma y se emocionó cuando pusieron en sus brazos a su bebé, perfectamente sano.

Una vez recuperada del susto, y ya en casa con su precioso y pequeño George, tuvo claro que tenía que cambiar su estilo de vida.

Su hijo se convirtió en su inspiración. Al fin y al cabo, él se recuperó a pesar de que los médicos habían renunciado a toda esperanza e incluso tras el grave estado de salud de su madre. Ella trabajó duro, fortaleció su voluntad, y consiguió perder kilo tras kilo. Estaba poniéndose en buena forma. De hecho, nunca había estado mejor.

Cuando veas las fotos del antes y el después de esta joven madre, te será difícil creer que se trata de la misma persona.

Pero aún mantiene su cálida sonrisa, no dejando duda de que se trata de ella: lo consiguió. Ahora se siente (y luce) estupendamente.

En total, perdió cerca de 45 kilos y documentó su triunfo en Facebook e Instagram. Sus fans la agasajan con toneladas de cumplidos y buenas palabras por su hazaña, ¡y con razón!

Shannon sustituyó una pasión, comer, con otra mucho más sana: ser madre. Ahora nada le hace más feliz que pasar tiempo con su hijo. Es difícil creer por lo que estos dos han tenido que pasar cuando les ves ahora, ¡irradiando amor!

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