Muerte por una foto: la terrible verdad acerca de los selfies extremos
Advertencia: este artículo contiene imágenes que podrían perturbar a algunos lectores.
El primer fin de semana de abril de 2017 una madre soltera de Ljuberzky, una ciudad grande cerca de Moscú, vivió una verdadera pesadilla. La mujer recibió una llamada del hospital local mientras estaba en el trabajo: su hija de 12 años, quien supuestamente estaba en casa, se encontraba gravemente herida. La chica tenía una conmoción cerebral, además de una lesión en la columna vertebral.
Cuando llegó al hospital, la madre se enteró de lo que había pasado. Su hija había tratado de hacerse un selfie muy creativo pero se había caído desde la ventana del tercer piso. No había tratado de hacerse daño, solo de asomarse por un momento. Desafortunadamente, se inclinó demasiado y perdió el equilibrio...
Ella logró sobrevivir, pero otros no corren con tanta suerte. Es duro aceptar que el fenómeno del "killfie" (muerte por selfie) está demasiado extendido. Algunos ponen en riesgo sus vidas para hacerse un selfie muy emocionante, pero un estudio publicado en noviembre del año pasado por Carnegie Mellon concluyó que al menos 127 personas han muerto desde marzo de 2014 intentando tomarse una selfie.
Sin embargo, es probable que el número estimado sea extraoficial. Si incluyera la cantidad de accidentes no mortales relacionados con los selfies, la cifra sería mucho mayor. Por supuesto, si uno considera el número de fotos espectaculares que aparecen en Instagram y Facebook, el número de intentos fallidos debe ser mucho mayor.
Últimamente, vemos algunos de ellos en las noticias, como en la foto de este chico sin vida:
Youtube/Электрики всех стран объединяйтесь
La policía explicó que se había electrocutado mientras trepaba por la torre de transmisión eléctrica. ¿La razón de esta desgracia? Es obvia, si le echas un vistazo a sus cuentas en las redes sociales: el chico quería tomar un selfie desde el punto más alto de la torre.
No se puede descartar que el chico fuera impulsado por otros atrevidos selfies en Instagram. Los "roofers" más famosos, gente que trepa rascacielos sin medidas de seguridad para hacerse selfies riesgosas, suele tener cientos o miles de seguidores. Mucha gente los tacha de locos, pero de todas formas, sus imágenes reciben muchos likes.
Pocas personas se ponen a pensar en el otro lado de la historia. Es obvio que las personas saben que el "roofing" en un pasatiempo muy peligroso. Pero cada vez hay aficionados más jóvenes y menos cuidadosos.
Este chico y sus amigos se subieron a un puente de las vías del tren para hacerse fotos desde allá arriba.
No obstante, cuando la "estrella" de la foto perdió el equilibrio, trató de agarrar un cable, pero no pudo y cayó al suelo. No logró sobrevivir.
Para los "roofers", no solo se trata de likes y seguidores. Los más atrevidos ganan fama a nivel nacional o, incluso, internacional. Un ejemplo de esto es la rusa Angela Nikolau, de 23 años, cuyas fotos temerarias se han hecho célebres en todo el mundo.
Sus imágenes obtienen miles de likes. Por lo general, las fotos de accidentes son borradas de inmediato a pesar de que muestran la realidad del "roofing" con un poco más de precisión
Este vídeo está en ruso, pero puedes ver algunas escenas explícitas que muestran los peligros de este "pasatiempo" extremo:
Lo más complicado es hacerles entender a niños, como la niña de 12 años que mencionamos al principio, que estas cosas pueden pasar demasiado rápido: cuando corres un riesgo como este, puedes destruir tu vida en una milésima de segundo.
¡Tómate un minuto para recordarles a tus amigos y familiares que no vale la pena morir por una foto!