Esta pobre pequeña estaba siendo devorada por un herpes

La británica Savina French-Bell, de 21 años, estaba en una cena familiar con su hija Sienna, de 2 años. Sin saberlo, cuando un miembro de su familia se agachó para darle un beso a la adorable niña, la condenó a meses de sufrimiento.

Un día, la piel de Sienna empezó a ponerse roja y a picarle. Pensando que solo era un sarpullido, o tal vez ampollas, la llevaron al médico. Allí le dijeron que tomara antibióticos. Pero su estado, lejos de mejorar, iba de mal en peor. La infección se extendió por todo su cuerpo. La piel de la pequeña sangraba por las noches, hasta tal punto que tenían que lavar las sábanas cada mañana, e incluso tirar sus ropas por las manchas que dejaba. La pequeña no paraba de rascarse, a veces contra muebles y otros objetos, pero nada parecía aliviar el dolor. "La piel se le quedaba pegada a las almohadas", dice su madre.

GoFundMe

Los médicos seguían buscando cuál podía ser la causa de los males de Sienna. Pensaban que podía ser eczema, y también alguna reacción alérgica a algún medicamento o comida. El peor momento fue cuando ya no podía ni alimentarse: "Sienna estaba siendo comida viva por su infección cutánea. Le salieron úlceras en la boca; dejó de comer. Era como si le hubiesen echado ácido en la cara... Durante 8 meses tenía sangre en sus ropas", cuenta la joven madre. Cuando salían a pasear, tanto adultos como niños le decían cosas horribles al ver el estado de la chiquilla.

GoFundMe

Los antibióticos no funcionaban y su cara seguía siendo devorada por la infección. Finalmente, tuvo que ser ingresada en el hospital, donde la alimentaban por vía intravenosa. Allí, desesperada, Savina se acordó del día de la cena familiar en la que un familiar besó a su hija. Se le ocurrió la idea de que la brutal infección no era eczema, sino herpes. Los médicos, incrédulos, trataron a la niña con flucloxacilina. Esta vez sí, casi milagrosamente, la niña empezó a mostrar signos de mejoría.

Y en unos meses su calvario al fin terminó: la niña ya estaba casi recuperada por completo. Ahora que su piel está despejada, está más guapa que nunca, y los transeúntes han dejado de mirarla con mala cara. Savina confiesa que "la posibilidad de que vuelva a infectarse está siempre ahí, pero con un poco de suerte no pasará y su piel seguirá tan bien como ahora". Esperemos que así sea. Échale un vistazo a la página de GoFundMe donde la familia acepta donaciones para su tratamiento. Y mucho ojo con dejar que alguien con un herpes labial bese a tus hijos, porque, como en el caso de la pobre Sienna, cabe la posibilidad de que te arrepientas durante meses. ¡Más vale prevenir que curar!

Créditos:

dailymail

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