Niño con enfermedad crónica muere en los brazos de Papá Noel

Con su barba blanca como la nieve, sus ojos brillantes y su panza redonda y alegre, es fácil comprender por qué Eric Schmitt-Matzen, de Knoxville en Tennessee, podría ser confundido por Papá Noel. Por ello, todos los años, unas cuantas semanas antes de Navidad, Eric viste su traje rojo y blanco y se mete en el papel del viejito favorito de todos los niños: ¡Papá Noel! Eric ama reunirse con los pequeños, escuchar sus deseos navideños y sacarse fotos con ellos para los álbumes familiares.

Pero un niño quedará siempre en su memoria por un motivo muy especial.

Hace unas pocas semanas, Eric recibió una llamada de una enfermera de un hospital cercano. "Ella dijo que había un niño de cinco años muy enfermo, que quería ver a Papá Noel. Yo le dije: 'Ok, déjame ponerme mi disfraz'. Entonces ella dice, "No queda tiempo para eso. Los suspensores de Papá Noel son suficientes. Ven inmediatamente", recuerda Eric. Llegó al hospital 15 minutos más tarde y cuando entró a la habitación tuvo que detenerse un momento para deshacerse de la impresión: no podía creer lo pequeño y frágil que era el niño que se encontraba en la cama.

Eric logró calmarse y no romper el personaje ni por un segundo. Se acercó al pequeño niño con una gran sonrisa: "Dime, ¿qué es eso que escuché de que te vas a perder la Navidad? ¡No hay forma de que ello ocurra! ¡Porque eres mi Elfo Número Uno!", le preguntó con su voz profunda de Papá Noel. El niño de cinco años usó toda su energía para levantar su cabeza y responder "¿lo soy?" Entonces Eric le dio el regalo que la madre había preparado y vio cómo usó cada poco de fuerza que tenía para romper el papel de regalo.

El chico estaba evidentemente exhausto, pero sonrió y le preguntó a Eric: "Ellos dicen que voy a morir. ¿Cómo puedo saber cuando llegue hacia dónde tengo que ir?" En este punto, Eric estaba conteniendo las lágrimas mientras respondía: "Cuando llegues allí les dices que eres el Elfo Número Uno de Papá Noel y yo sé que ellos te van a dejar entrar". "¿Lo harán?", preguntó el niño. "¡Por supuesto!", respondió Eric lo más entusiasmado posible.

El niño moribundo rodeó al hombre con sus brazos e hizo una última pregunta, "Santa, ¿puedes ayudarme?" Antes de que Eric pudiese responder, el niño había muerto en sus brazos. "Lo dejé así, abrazándome y sosteniéndolo", recuerda Eric con un nudo en su garganta. "Lloré todo el camino a casa. Estaba llorando tan fuerte, que tenía problemas para ver lo suficientemente bien como para manejar".

Eric y su esposa tenían planeado visitar a su nieto al día siguiente, pero se sentía tan perturbado después de lo que había pasado en el hospital, que no pudo ir. Eric tuvo un naufragio emocional durante tres días, y le tomó semanas tener un día en el cual no pensara constantemente en su "Elfo Número Uno".

Después de esta experiencia, Eric consideró seriamente colgar su traje de Papá Noel y nunca más actuar de él. Pero eventualmente decidió intentarlo una vez más y sacó el traje para un show más. ¿Y cómo le fue? "Cuando vi a todos esos niños riendo, me trajo de vuelta al carril. Me hizo darme cuenta del rol que tengo que cumplir. Para ellos y para mí", dice Eric.

La carga emocional de concederle a un niño su último deseo antes de morir, casi eliminó la alegría de Eric de hacer algo que ama. Pero, por suerte, ha encontrado la forma de volver a hacer lo que está destinado a hacer. Y estamos completamente seguros de que hay un montón de niños que están felices gracias a él... ¡su Elfo Número Uno se asegurará de ello!

Créditos:

USA Today

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