Foto de padre filipino altruista recorre el mundo

Cuando Jhunnel Sarajan, de Filipinas, posteó una foto de una familia pobre en un restaurant de comida rápida, jamás imaginó que se haría viral. En ella, dos pequeñas niñas comían su comida favorita, mientras su padre hambriento las miraba con satisfacción. Estaban celebrando la pronta graduación de la menor, pero fue un detalle el que impactó a todos: él no podía permitirse el gasto de alimentar a tres bocas, así que no estaba comiendo. El increíble acto de amor conmovió a miles de personas. 

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¿Quién era aquel tierno y desinteresado padre? Jhunnel investigó un poco y lo encontró. Al hablar con él, su corazón se conmovió aún más. El hombre de la foto era Ryan Arebuabo, de 38 años. Había sobrevivido a un infarto hacía 4 años, pero tras el incidente quedó paralizado de la mitad de su cuerpo y no podía hablar correctamente. Como tampoco podía trabajar, perdió su empleo. 

Cuando su esposa lo vio incapaz de trabajar, ayudar o proveer, tomó la decisión de abandonarlo. Se llevó con ella a sus dos pequeñas hijas, Rose Ann y Rose May. Entonces Ryan se quedó absolutamente solo. 

Jhunnel lo acompañó a su casa, en una población pobre de Manila. Allí había construido lo que es su única vivienda: una habitación de 4 metros cuadrados, hecha de madera chapada y latas oxidadas. Al entrar, la única decoración es una foto de sus dos hijas, su mayor tesoro en el mundo.

Después de ser abandonado por su esposa, Ryan reparó su casa y compró una televisión de segunda mano. Pensaba que con ello su mujer volvería con él. Sin embargo, eso nunca ocurrió. Pero Ryan no se cansó de luchar hasta lograr conseguir la custodia de Rose Ann y Rose May. Su objetivo es demostrarle a todos que es capaz de ser un buen padre a pesar de las secuelas que aún sufre después de su infarto.

La familia recibe un poco de dinero de parte del gobierno, destinado a que los niños puedan educarse y alimentarse correctamente. Ryan quiere que sus hijas tengan una vida distinta y salgan de la pobreza cuando sean mayores. Por eso se levanta todos los días a las 5 de la mañana para tenerlas listas y llevarlas a la escuela.

Pero Ryan mismo no ha visto un doctor en 3 años y no hizo ninguna clase de terapia luego del problema que le cambió la vida. Él no se preocupa mucho por sí mismo, lo da todo por sus hijas y sus necesidades. No es difícil darse cuenta de que todos sus esfuerzos están puestos en sus adoradas pequeñitas. La foto que se hizo viral es, al fin y al cabo, solo un pequeño gesto. 

Pero gracias a esta pequeña instantánea de la vida de un extraño, cientos de personas han sentido la necesidad de ayudar. Es por ello que incluso el mismo restaurant les dio comida y regalos para las niñas. En las fotos anteriores se puede ver la felicidad de los tres.

Esperamos que, a pesar de las dificultades que ha tenido en su vida, Ryan logre su sueño de sacar adelante a sus hijas. Estamos seguros de que con una buena educación en la casa, motivación y estudio, Rose Ann y Rose May tendrán un futuro brillante por delante. ¡Les enviamos todas nuestras energías para que así sea! 

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