Rescatan a elefante tras ser herido por un cazador sin escrúpulos

Lisa Marabini es una joven que vive en Zimbabue y forma parte del equipo de voluntarios de AWARE, una organización dedicada a la conservación de especies en peligro de extinción y de sus entornos naturales. Un día, recibió una llamada de extrema urgencia: habían encontrado un elefante con heridas muy graves. 

Ella y su marido, Keith Dutlow, acudieron inmediatamente al lugar para ofrecer su ayuda. "Parece que este elefante recibió un disparo en la cabeza", dijo ella sin estar completamente segura. A pesar de estar herido, el elefante permanecía en calma. 

Keith le disparó un tranquilizante al animal a una distancia de 90 metros. El gran elefante dio algunos tropezones durante un par de minutos y después se desplomó en el suelo. 

Cuando los voluntarios se acercaron, pudieron comprobar que el elefante, a quien decidieron llamar "Chico Guapo", tenía una herida de bala en la cabeza. 

Una radiografía reveló que ¡la bala se había impactado a unos cuantos centímetros del cerebro de Chico Guapo!

La herida ya presentaba una severa infección: estaba cubierta de un líquido espeso y grisáceo que olía a pescado podrido. Lisa nunca había visto algo como esto. 

Con mucho cuidado, los veterinarios limpiaron la herida con los instrumentos quirúrgicos adecuados. Después de remover el tejido infectado, alcanzaron a ver una bala de pequeño calibre (de un rifle sin la potencia suficiente para matar a un animal de este tamaño) que se había estrellado contra un hueso y le había provocado una fractura.

Unas horas después, Chico Guapo pudo ponerse nuevamente en cuatro patas, pero su estado era desolador. Durante varios largos minutos se quedó completamente inmóvil, apoyando la cabeza sobre el tronco de un árbol. Afortunadamente, mejoró rápidamente durante los días siguientes. Para sus rescatadores, era evidente que sobreviviría al ataque.

 

Lisa y sus compañeros estaban especialmente impresionados con el comportamiento de Chico Guapo, ya que a pesar del maltrato que padeció por parte de cazadores furtivos sin escrúpulos, se mostraba increíblemente amigable con los humanos de su alrededor. Incluso cuando los voluntarios regresaron para revisar su proceso de recuperación, siguió comiendo con toda tranquilidad. Su confianza en los seres humanos permanecía intacta. 

 

La caza ilegal ha sido uno de los problemas más graves en muchas zonas de África desde hace mucho tiempo y se ha extendido como una epidemia en los últimos 20 años. El marfil de los colmillos de los elefantes es solo una de las múltiples partes animales con las que se comercializa en el mercado negro año tras año. Por lo general, las iniciativas para prevenir estos hechos no cuentan con suficiente apoyo económico, por lo que no pueden acabar con este tipo de comercio ilegal que genera millones de dólares al año. 

Por suerte, Chico Guapo, fue rescatado y ahora vive pacíficamente en la llanura africana. Pero muchos elefantes no corren tanta suerte, y no son los únicos: rinocerontes, leones, tigres y muchas otras especies exóticas también están en la mira de los cazadores.

Los protectores de animales como Lisa y Keith están trabajando muy duro para hacerle saber al mundo qué está pasando. Quieren detener estas prácticas tan bárbaras y salvar a las especies que todavía no han sido arrasadas. Si quieres colaborar con esta causa, puedes firmar esta petición para prohibir el comercio de marfil en la Unión Europea, la cual se ha convertido en la plataforma principal del comercio de marfil a nivel global. 

Tal vez, si todos ponemos algo de nuestra parte, hermosas criaturas como Chico Guapo no tengan que sufrir y morir para complacer  los caprichos y la ambición de numerosos coleccionistas. 

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