Sacerdote adopta a 16 niños seropositivos

Si quieres las cosas bien hechas, siempre es mejor hacerlas por ti mismo. Esa es la filosofía que el sacerdote Reji Thomas aplicó a un problema al que él no veía otra solución. Y todo empezó con un plato de fideos.

YouTube/Barcroft TV

Reji es un sacerdote de Mumbai, India, al que en 2007 llamaron a un hospital para que rezara por una niña enferma. Allí, la niña le hizo una curiosa petición: "Ella quería comer fideos ese día, y le prometí que al día siguiente le traería un plato. Pero cuando volví, ya había muerto", recuerda. Descubrió que la niña murió debido al virus VIH (Virus de la Inmunodeficiencia Humana, que puede llevar a contraer SIDA), del que sus padres también habían muerto.

"Fue una experiencia horrible. Ese día decidí cuidar a otros niños como ella", afirma Reji. Ya era demasiado tarde para la pobre niñita, pero sabía que no lo era para otros muchos niños en una situación similar. Había descubierto su verdadera vocación.

Más de dos millones de personas tienen HIV en India; muchos de ellos son niños cuyos padres mueren de la misma enfermedad que transmiten a sus hijos, dejándolos huérfanos. Otros muchos de estos niños son abandonados o no pueden llevar una vida digna por el estigma social que esta enfermedad acarrea. Ante la falta de centros donde atender a pacientes con este virus, se decidió por la solución más pragmática que se le ocurrió: adoptar a tantos de estos niños como pudo.

 

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En la actualidad, el número ya asciende a 20 niños huérfanos adoptados, de los cuales 16 están contagiados por el virus, más los dos hijos que ya tenía con su mujer: ¡22 niños en total! "Es una familia, no un orfanato", cuenta Sunil, uno de los niños adoptados. "No tenía nada, ahora tengo una familia y unos nuevos padres a los que amar".

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Viven todos en una casa alquilada. Aceptan donaciones de ropa y juguetes para que sus hijos tengan todo lo que necesitan. Hospitales y organizaciones que ayudan a niños como ellos acaban poniéndose en contacto con Reji. "La mayoría llega en mal estado, pero le damos la comida y medicación necesaria para que se recuperen", afirma. Además, una doctora visita mensualmente a los niños para asegurarse de que su delicada enfermedad está siendo tratada adecuadamente. Les hace radiografías, análisis de sangre y se asegura de que toman los medicamentos correctos.

En este vídeo, en inglés, puedes escuchar a Reji contando su historia:

Con este gesto, quiere contribuir con su granito de arena a que la sociedad mire con otros ojos a niños seropositivos. Pero Reji se mantiene modesto, a pesar del esfuerzo sobrehumano que realiza a diario para mantener a una familia de este tamaño. "Estos niños me llaman Papá, y el trabajo de un padre es cuidar de sus hijos. Así que no hago nada extraordinario, solo cuido a mis niños".

Esperemos que continúe siendo así de bondadoso con quien más lo necesita, porque parece claro que él hace feliz a sus hijos que no tenían nada, y sus hijos lo hacen feliz a él. ¡Este samaritano es todo un ejemplo a seguir!

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