Chica de 22 años con la columna deforme desafía las miradas
Rebecca Dann conoce muy bien las palabras hirientes y las miradas ofensivas. Esta chica inglesa de 22 años ha sido el blanco de las burlas y las miradas desde que era una niña, por el simple hecho de tener una apariencia un poco distinta.
Rebecca padece cifoescoliosis, una enfermedad que provoca una curvatura anormal en la parte superior de la columna vertebral. Cuando le explicaron el diagnóstico, a los cuatro años, no tenía idea de lo mucho que afectaría su vida: no solo sufrió dolores físicos a causa de esta alteración, también tuvo que soportar burlas y acoso escolar de sus compañeros de escuela. Debido a que Rebecca se veía distinta a los demás niños, estos la excluían constantemente y le ponían apodos, como "el Jorobado de Notre Dame".
La enfermedad de Rebecca fue una sombra que la persiguió durante toda su infancia. Una operación en la espina habría sido muy peligrosa porque era demasiado delgada. Y por si fuera poco, cuando tenía nueve años, Rebecca se enteró de que la curvatura anormal de su columna terminaría por dañarle algunos nervios y le impediría caminar. Muy pronto su vida estaría limitada por una silla de ruedas.
A pesar de todo lo que ha tenido que padecer, Rebecca sigue oponiéndose a que su enfermedad controle su vida. Después de terminar la escuela, hizo todo lo posible para cumplir su sueño de convertirse en fotógrafa. Empezó a estudiar Arte en Farnham y se enfocó en un tema que le llega directamente al corazón: la mirada ignorante y despectiva de la sociedad hacia las personas discapacitadas. El proyecto culminó con una impresionante muestra fotográfica en la que ella es la protagonista del tema.
Rebecca tituló su proyecto "Estoy bien". Se trata de una serie de autorretratos en los cuales muestra su cuerpo de forma natural, incluida su columna deforme. "Al principió empecé el proyecto explorando el tema de las relaciones amorosas y la discapacidad, y lentamente se convirtió en un proyecto acerca de la aceptación de mí misma como soy", explicó Rebecca. "También es una forma de desafiar la percepción de la gente acerca de la belleza y de la discapacidad, y al mismo tiempo decirles que "estoy bien". No me voy a dar por vencida y soy como cualquier otra persona, incluso con mi discapacidad".
La talentosa y joven fotógrafa inscribió su proyecto en la competición de fotografía "Un Mundo de Injusticia", y nadie se sorprendió cuando obtuvo el primer lugar. Junto con el premio, se ganó el corazón de muchas personas. Incluso recibió un reconocimiento por su valentía, el cual le entregó el famoso físico Stephen Hawking.
"No me miren ni volteen a verme despectivamente", dice Rebecca, "¡Simplemente soy igual que tú!". Y esta es una declaración que se ha convertido en un lema para ella. Es maravilloso ver a alguien defendiendo sus derechos y alzando la voz como Rebecca. Ojalá que su mensaje logre llegar a todos aquellos que necesitan entender que las personas con alguna discapacidad forman parte de la sociedad al igual que cualquiera de nosotros.