Rescatadores indignados por el estado de este poni abandonado

Es verdaderamente perturbador ver la crueldad con la que algunas personas tratan a los animales. Los voluntarios de "Animaux en Péril" (Animales en Peligro) se enfrentan a este hecho todos los días, pero un caso reciente con un poni hembra de Shetland, llamada Poly, los dejó de piedra.

Durante 10 años, nadie le dio mantenimiento a las pezuñas de Poly, lo que provocó que sus patas se deformaran hasta el punto de tener una especie de cuernos largos y curvados en las extremidades. El pobre poni apenas si podía mantenerse en cuatro patas, pero le era imposible caminar. Los voluntarios se dieron cuenta de que tenían que actuar lo más pronto posible.

Además, necesitaba un corte de pelo con urgencia y que la liberaran de la sarna y las pulgas que invadían su piel. A diferencia de estos dos problemas, el de las pezuñas requirió de mucho tiempo. Los voluntarios tuvieron que usar herramientas especializadas para devolverle a sus patas su forma original. A pesar del procedimiento, los rescatadores de Poly no estaban seguros de que fuera suficiente. Después de tanto tiempo con las pezuñas deformes, era probable que el poni hubiera desarrollado problemas de postura. 

Además, la pobre Poly había vivido en condiciones deplorables. Su establo estaba cubierto con una capa de 60 centímetros de estiércol.

Era evidente que el dueño no había hecho nada para cuidar a Poly, la cual se encontraba en un terrible estado de desnutrición y solo pesaba 74 kilos, ¡mientras que el peso normal para un poni de su tamaño es de 200 kilos! Cuando la encontraron, era poco más que un saco de piel y huesos.

La piel debajo del pelaje infestado de piojos se encontraba en tan mal estado que le tuvieron que dar baños medicinales. Los voluntarios la lavaron con mucho cuidado. Era la primera vez en muchísimo tiempo que este animal torturado recibía una buena dosis de afecto. 

Los voluntarios llevaron a Poly al refugio "Animaux en Péril" y le dieron bastante comida.

Después de bañarla y arreglarle las pezuñas, Poly se veía y se sentía mucho mejor; ahora llevaba una vida mucho más feliz. Pero para los rescatadores era obvio que estaba traumatizada por sus experiencias anteriores: "Bajo este tipo de tortura, el transcurrir del tiempo parece una eternidad", explicaron. Ojalá que Poly logre superar los horrores que vivió anteriormente.  

Ninguna criatura merece ser abandonada de esta forma. Actualmente, el dueño enfrenta cargos criminales y podría recibir una pena de cárcel por violar las leyes de protección animal. Al menos, esta historia tiene un final feliz, y a Poly le espera un futuro mejor.

Créditos:

The Dodo, Facebook

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