Pareja rescata a perro poodle que caminaba en medio de la autopista
Eldad Hagar y Loreta Frankonyte son unos valientes voluntarios de la organización de rescate animal “Hope for paws” (en Estados Unidos). Esta vez iban en su auto a rescatar a un pitbull, cuando, de repente, vieron que una pequeña mota de pelos cruzaba peligrosamente una agitada avenida y corría en dirección a la autopista.
La calle estaba llena de autos yendo y viniendo a gran velocidad, por lo que apenas podían darse cuenta del diminuto perro poodle que, además, tenía el pelaje tan gris que se confundía con el asfalto. Cuando Eldad y Loreta lo llamaron para que se acercara a ellos, estaba tan asustado que, en vez de eso, corrió directamente hacia la calle.
Youtube/Hope for Paws - Official Rescue Channel
Con horror, Eldad y Loreta vieron cómo una camioneta blanca casi lo atropella. Afortunadamente, el auto frenó justo a tiempo. En ese momento, los automovilistas dejaron que los asustados rescatistas cruzaran la calle con luz roja pero, a pesar de ello, no pudieron seguirle el paso.
El rescate se estaba poniendo más complicado de lo que parecía en un comienzo. Loreta corría, pero el perro se le perdía de vista siempre. Entonces Eldad le pidió que lo siguiera mientras él iba a buscar el auto para alcanzarlo más rápidamente.
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Cuando al fin volvió a encontrar a Loreta, que estaba casi sin aliento de tanto correr, el perrito había desaparecido sin dejar rastro. ¿Dónde se había metido? Loreta no había visto en qué dirección había corrido. Sin embargo, Eldad tuvo un presentimiento.
Estacionaron el auto y entraron a un jardín que tenía la puerta abierta. Hacia adelante se veía un largo pasillo, sin rastro del perro aún. Loreta se quedó vigilando la puerta y Eldad avanzó por el pasillo hasta llegar al fondo de él. Y allí, oculto detrás de unos autos, ¡estaba el perrito!
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Pero en cuanto intentó tomarlo con la correa, salió disparado corriendo hacia la calle nuevamente. Con un grito, Eldad le advirtió a Loreta que le bloqueara el paso, pero por suerte ella ya tenía todo preparado y había cerrado la reja. Sin embargo, no contaba con algo: había un pequeño agujero, ¡lo suficientemente grande como para que el poodle pasara y huyera!
A Loreta no le quedaba ninguna otra opción: para evitar que se arrancara, tuvo que agarrarlo de la cola. El perro intentó morderla y chilló, pero le dio justo los segundos exactos para que pudieran capturarlo. De hecho, tirarle la cola a un perro es algo que nunca debería hacerse en un rescate, porque los perros se sienten atacados y asustados. Pero a Loreta no le quedó otra opción y, con mucha valentía, decidió hacerlo para que el perro no corriera nuevamente hacia la peligrosa calle.
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Gracias a lo que hizo Loreta, pudieron ponerle la correa y calmarlo. En cuanto el pequeño comprendió que nadie le iba a hacer daño, su actitud cambió por completo. ¡Y es una ternura de perro! Se dejó acariciar, tomar y llevar al veterinario, en donde le realizaron un chequeo completo.
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Lamentablemente, tuvieron que rasurar por completo su dañado pelaje. Luego de un baño y unos cuantos cuidados, ¡quedó como un perro nuevo! Lo llamaron "Sailor" y lo dejaron en un hogar temporal. Ahora Sailor busca una familia que quiera adoptarlo, pero es tan tierno que probablemente eso sucederá más temprano que tarde. ¿No lo crees? :)
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