Perro callejero con horribles heridas en su cara es rescatado

Advertencias: las imágenes de este artículo podrían herir la sensibilidad del lector.

Por las calles de Campeche, México, vagaba un perro callejero con un solo rumbo: la muerte segura. La gente que lo veía se alejaba de él por su apariencia, por lo que no había forma de que recibiera ayuda. Solo en las calles, no le esperaba más que sufrir hambruna, sed y dolor. 

Es normal que muchos se sintieran asustados de acercarse a él. Son pocos los valientes a quienes no les da nervios ver una herida tan grande y una cabeza tan deformada como la que tenía este perrito. Pero hubo alguien que dejó todos sus miedos de lado para hacerlo, una mexicana llamada Fernanda Herrera.

Fernanda no está acostumbrada al rescate animal. No forma parte de ninguna organización, así que no ha visto tantos casos. Sin embargo, apenas vio a Bruno (como lo llamó), supo que tenía que hacer algo por él. Junto a sus hijos lo llevaron a un veterinario cercano, pero lo que oyeron de él los desanimó.

Según el veterinario, Bruno no tenía posibilidades de sobrevivir. Necesitaba de muchísimos tratamientos, remedios y atención que costarían un cerro de plata. ¿Su consejo? Dormirlo, acabar con su sufrimiento. Pero Fernanda no estaba convencida. Ella sentía que tenía que hacer algo más por él… 

Llevó a Bruno a distintos veterinarios hasta que conoció al doctor Esteban Eduardo Richaud. Esteban habló con seriedad: sí, sería caro, pero era posible. Los exámenes que le realizaron revelaron que tenía dos tumores en su cara y en uno en sus genitales, así que debería someterse a una quimioterapia. Las sesiones serían 6 u 8 inicialmente, las que probarían si Bruno tendría la posibilidad de comenzar una nueva vida.

Bruno empezó con su tratamiento, sintiéndose amado por primera vez en la vida. Con el tiempo demostró ser un perro muy tranquilo, cariñoso, pero, sobre todo, agradecido. Pero las facturas eran tan altas que Fernanda no pudo con ellas. Entre todos sus conocidos realizaron colectas entre los vecinos, en las redes sociales y con todos quienes quisieran ayudar a Bruno a darle una segunda oportunidad. Actualmente siguen juntando dinero, ya que creen que Bruno necesitará más quimioterapia, además de los remedios, los ultrasonidos y las placas. 

Nadie sabe a ciencia cierta si Bruno efectivamente sobrevivirá, aunque tanto Fernanda como el doctor Esteban se sienten optimistas al respecto. Lo que sí sabemos es que Bruno se siente amado por primera vez. Las personas que lo rodean ya no se asustan de sus heridas y su cara deforme, sino que lo acarician y aman como nunca antes nadie lo había hecho. Eso es suficiente para él, y lo vemos cada vez que mueve su colita. 

Créditos:

Zoorprendente

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