Una niña recibe un diagnóstico erróneo de cáncer
Paisley tiene 3 meses y lo es todo para sus padres, Carissa y Matt Hatfield, de Cincinnati, EEUU. Sin embargo, mientras que para la mayoría de los padres no hay nada más reconfortante que ver a sus hijos sonreír, los padres de Paisley se preocuparon mucho cuando oyeron reír a su hija. "Nos dimos cuenta de que cuando lloraba, no cerraba bien el ojo derecho. Y cuando se reía, el mismo lado de la boca no se movía", recuerda su madre.
Preocupados, los Hatfield consultaron con un médico, que decidió realizar un escáner cerebral a la pequeña Paisley. Pero el escáner confirmó los peores temores de los padres: a Paisley le había salido un bulto en el lado izquierdo de la sien, junto al cerebro. "No hay nada peor para un padre que pensar que su hijo está gravemente enfermo y puede morir", cuenta Carissa.
Para extraerle una muestra de tejido, llevaron a la niña al hospital infantil del centro. Pero cuando el cirujano volvió de realizar la biopsia, sacudió la cabeza incrédulo. Y es que había encontrado…¡absolutamente nada! El supuesto tumor simplemente había desaparecido y los médicos no podían explicar por qué.
Según los médicos, hubo un error en el primer escáner de Paisley. Sin embargo, el hospital infantil aseguró que fue realizado por uno de los mejores radiólogos. "Nuestros médicos temían lo peor: un tumor benigno ", comentó un portavoz del hospital. "Pero cuando los médicos llegaron al lugar del tumor, no encontraron nada. Estaban tan felices de poder darle buenas noticias a los padres".
"Es un verdadero milagro" se regocija Matt Hatfield, el padre de Paisley. La familia no pudo tener un mejor regalo de Navidad, ya que fue la época en que todo esto sucedió. Aquí puedes ver un vídeo (en inglés) de la historia de la pequeña Palsey: