Los comentarios de médicos demuestran que no todos saben cómo cuidarse

En el sitio web Reddit.com, los médicos cuentan las historias más graciosas, tontas y curiosas que han tenido al atender a diversidad de "tipos" de pacientes en sus consultorios. Aquí hay algunos de esos increíbles ejemplos de su oficio. Algunos son realmente graciosos, otros son en verdad bastante graves y tristes. Porque muestran como algunas personas viven el día a día sin ninguna idea de cómo hacerlo.

"Una mujer llegó al consultorio con su bebé de 6 meses en brazos para un control rutinario, ella tenía en el biberón algo que se veía como "leche con chocolate". Yo traté de aclararle por qué no debía darle a su bebé este tipo de alimento en esta etapa de su desarrollo. De repente me interrumpió para decirme:  Ah tranquilo doctor, no es chocolate con leche. Es Café. A él le encanta". 

"Yo soy farmacéutica. Un día vino una mujer joven buscando un anillo vaginal para usarlo como anticonceptivo. Luego de pasado un mes, regresó nuevamente para comprar uno nuevo y pude notar que llevaba el "usado" como manilla o pulsera en su mano derecha".

"Yo soy enfermera. Hace un par de semanas, tuve una pelea con el hijo de una paciente que creía que yo quería matar a su madre congelándola". Él alegaba mostrando el termómetro que la temperatura era muy baja: 23 grados Celsius. (En USA, la temperatura se mide en Fahrenheit). Yo traté de explicarle que 23 grados no era frío en absoluto, pero él mostraba nuevamente el termómetro y gritaba: "¿23 GRADOS NO ES FRÍO? ¡AQUÍ MUESTRA 23 MALDITOS GRADOS!" (23 grados Fahrenheit son -5 Celsius... eso sí es frío) . La enfermera jefe, el administrador y uno de los guardas de seguridad intentamos aclararle la diferencia entre Farenheit y Celsius, pero fue en vano y tuvimos que sacarlo del hospital. Él era un hombre que no pasaba de los 30 años y en toda su vida nunca había oído hablar de "Celsius". Él creía que nosotros tratábamos de encubrir que queríamos matar a su enferma madre del "frío".

"Otro día vino una mujer al consultorio que quería hacerse un chequeo pues decía que tenía una enfermedad venérea. Estaba bastante confusa y aseguraba que solo tenía una pareja. Además decía que a ella no le importaba en absoluto si su pareja había tenido sexo con otra personas pues sabía que él siempre usa un condón y después de cada uso, se esmeraba cuidadosamente por "enjuagarlo" o "lavarlo bien" para la próxima vez."

"Yo soy veterinario. Una vez tuve que aclararle a una mujer desesperada que vino a mi consulta que las garrapatas que ella trataba de agarrar con una pinza de la piel de su perro eran en realidad las tetillas del animalito".

"A una mujer se le tenía que amputar un pie, pero para eso ella debía firmar antes un documento. Ella lo firmó de inmediato y en realidad no parecía estar muy preocupada. Y cuando le pregunté a qué se debía su tranquilidad, ella respondió que sabía que le tenían que cortar el pie, pero que no había ningún problema porque también sabía que él "volvería a crecer".

"A una mujer se le prescribieron unos parches anticonceptivos, con la advertencia de cada día pegarse "solo uno". En su siguiente visita al médico dijo ella que no quería usar más los parches pues no le gustaban. Su razón era que en realidad no le quedaban más "espacio" en el cuerpo. Diariamente la mujer se pegaba uno en su cuerpo, en lugar de cambiarlo cada día". 

"La mujer de mi mejor amigo es enfermera en un hospital que está situado en una zona dónde existen muchas bandas criminales. Ella tuvo que aclarar en más de una ocasión a los miembros de una familia de una víctima de arma de fuego que después de un disparo en la cabeza no es posible realizar un transplante de cerebro".

"Yo soy enfermera. Un día estaba en el cambiador de ropas de las enfermeras, cuando noté que pitaba la señal de aviso de la habitación de uno de nuestro pacientes. Así que corrí de prisa hacia el cuarto imaginando que algo grave le estaba ocurriendo. ¿Y qué fue con lo que me encontré? Un pariente del enfermo se encontraba allí, le había quitado los electrodos y se lo había pegado en su propia espalda. Lo que me dijo fue: "Mi espalda me esta matando, creo que es un nervio o algo así. Por eso quería solo por unos minutos tomar prestados estas gomas de electroshock".

"Una mujer tomó la temperatura de su bebé de esta manera: puso a precalentar el horno de la cocina y metió la mano dentro durante un rato. Con la otra mano sentió la temperatura del bebé. Y me dijo que su bebé tenía una temperatura de 120 grados centígrados".

"Yo como enfermera de niños, he tenido que aclarar en repetidas ocasiones a los padres que no deben darle a su bebé Coca Cola en el biberón".

"Una chica de 16 años pensaba que estaba embarazada; la cosa es que ella no tenía ni la más mínima idea dónde se encontraba su vagina. Cuando le dijimos que ese era el correcto nombre para sus parte íntimas, dijo ella: ¡"Yo pensé que era aquí", señalando su ombligo. Tal como nos contó, ella siempre tenía "relaciones" con su novio justo dentro de su ahuecado ombligo, así que por esto pensaba que estaba realmente embarazada".

"Yo soy farmacéutico. Un día una mujer se quejó diciendo que nuestras medicinas contra la alergia hacia los gatos no funcionaban. Como ella nos contó, usaba el spray correctamente haciendo que su gato lo inhalara completamente".

¿Qué piensan ustedes, debemos reír o llorar? Hay gente que no tiene remedio...

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