Salvan a orangután bebé encadenado a una pared durante un año

Era un día cualquiera en la alejada villa Aceh Barat Daya en Indonesia. De repente, unos pueblerinos descubrieron algo que los dejó helados: en el ínfimo espacio que quedaba entre dos casas, se encontraba un pequeño orangután encadenado del cuello a la pared. No se podían imaginar que aquel pobre criatura llevaba ya un año atrapada en esa posición y que era escasamente alimentada por su dueño. Ese orangután era Mingky, y esta es su historia. 

Mingky había nacido libre en medio de los bosques de Indonesia. Vivió junto a su madre y el resto de su familia en la vida salvaje, hasta que cruzó los límites del bosque y se perdió en una granja. Allí fue descubierto por unos cazadores, quienes asesinaron su madre, lo tomaron prisionero y lo alejaron de su hábitat para llevarlo a lo que sería un terrible destino. 

Si bien esta es la historia de Mingky, miles de orangutanes sufren año a año de abusos similares por culpa de la deforestación, la plantación ilegal de palmas, la caza, el tráfico y la tenencia ilegal de mascotas. Como consecuencia, la población mundial de orangutanes ha llegado a números tan bajos como nunca antes vistos, pasando a estar en peligro crítico de extinción.

Nuestro pequeño bebé primate había sido capturado y mantenido por no sabemos cuánto tiempo ni en qué horribles condiciones. Luego, su captor decidió regalárselo a un amigo, quien confesó que "quería que el orangután fuese encadenado en sus propiedades como un entretenimiento para su familia", cuenta Panut Hadisiswoyo, director de la organización que rescató a Mingky: la Orangutan Information Centre (OIC). 

Los oficiales encargados del caso hicieron todo lo posible y lograron que el "dueño" dejara en libertad a Mingky. Sin embargo, como el hombre alegó no haber sido él su captor, ¡no fue acusado de ningún crimen!

 

Rescatar al pequeño primate no fue un trabajo fácil. Estaba tan asustado y traumatizado, que se comportaba de manera agresiva y salvaje. "El orangután podría haber sufrido para siempre pero, por suerte, nuestro team lo encontró”, escribió la OIC. Estos buenos samaritanos lo rescataron y lo dejaron al cuidado de la Sumatran Orangutan Conservation Programme (SOCP), donde lo ayudarán a rehabilitarse para poder devolverlo lo más pronto posible a su verdadero hogar.

El ser humano actúa, en ocasiones, de maneras que somos incapaces de comprender. ¿Por qué alguien le haría daño a un animal indefenso? Por fortuna existen organizaciones de personas que se preocupan por ellos y que están dispuestos a hacer de todo para salvarlos. ¡Esperamos que Mingky pueda recuperarse luego y volver a los bosques para vivir en libertad!

Créditos:

The Dodo

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