Padres salvan la vida de 3 personas donando los órganos de su hija

Todos los miércoles la pequeña Olivia Swedberg, de 3 años originaria de Nebraska, tiene gimnasia rítmica. También se sabe la película "Frozen" de memoria. A Olivia le gustaría llevar siempre un vestido de princesa en lugar de pantalones. La simpática y rubia niñita es la alegría de sus padres, Lauressa y Brock.  

Facebook/PrincessesDon’tWearPants

La pequeña parece gozar de excelente salud. Pero lo que nadie sabe es que, desde que nació, Olivia tiene un tumor craneal sin detectar. Cuando los médicos lo descubren, la noticia es devastadora: el tumor es inoperable debido al lugar donde está. Este no puede eliminarse por completo, ni siquiera con quimioterapia. Y los padres toman, entonces, la decisión más dura de sus vidas. 

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Olivia, a la que sus padres llaman "Pequeña O", vivirá tanto como su cuerpo aguante. Los padres deciden que no reciba ni radiación ni medicación, ya que estos solo acabarán con su alegría. No quieren que se convierta en una sombra de sí misma para poder vivir solo unas semanas más. Así, Olivia podrá vivir el resto de los meses de su vida con alegría, felicidad y recuerdos inolvidables. 

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Los padres de Olivia hacen todo lo posible para que esto suceda: celebran fiestas de princesas, van de vacaciones al trópico, y ¡Olivia incluso nada con delfines! Este es el último feliz recuerdo de la pequeña. Diez días más tarde, la niña pierde la lucha contra su enfermedad. Pero con su muerte, ¡salva la vida de 3 personas!

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Lauressa y su marido deciden donar los órganos de su hija. Y, puesto que Olivia no recibió tratamiento médico para alargar la lucha en vano contra su enfermedad, la donación de órganos es posible.

Y, entonces, ¡su vida da un increíble rumbo! En las últimas horas de Olivia en la Tierra, una mujer se pone en contacto con la madre de Olivia a través de Facebook. Esta quiere mostrarle a su hijo, Lucas Goeller. El pequeño de 2 años, que sufre una enfermedad terminal, necesita una donación para poder salvarse. 

Facebook/SaveLucas

Lauressa contempla la carita de Lucas, su barriga hinchada, y sus enclenques brazos y piernas. Los padres de Olivia saben que si su hija muere, su hígado podrá darle una nueva vida al niño. Así que deciden prepararlo todo para realizar una donación directa. Un día después de la muerte de su hija, la madre recibe un mensaje: su hígado ha sido trasplantado. Sin embargo, Lauressa no sabe quién ha recibido el hígado. Con manos temblorosas, abre la página de Facebook de Lucas en su smartphone ...

Facebook/SaveLucas

El mensaje provoca tantas emociones en la destrozada madre, que apenas puede expresarlas en palabras. "Me desperté sabiendo que mi hija había muerto. Pero cuando vi en el estado de Facebook de Lucas que había recibido el hígado, sentí una paz y bienestar inmensos, ya que él podría seguir viviendo", relata Lauressa. "Lloro la muerte de mi hija, pero saber que pudo salvar la vida de este niño me da fuerzas".

Facebook/SaveLucas

Jessica Goeller, la madre del niño de 2 años al que Olivia ha salvado, vive una montaña rusa de emociones. Cuando se entera de que Olivia donó otros órganos a un niño llamado Angelo Giorno, organiza un encuentro con sus padres.  

Facebook/Angelo’sTransplantPage

Sin embargo, la ayuda llega demasiado tarde para Angelo. Al haber nacido prematuramente, sus órganos no se desarrollaron del todo, por lo que no funcionan como deberían. Ni la maravillosa donación de Olivia pudo salvarlo. Pero, en total, 5 de sus órganos (corazón, hígado, intestino y páncreas, además de uno de sus ojos) fueron extraídos de la pequeña. 

Facebook/SaveLucas

Su hígado salva a un chico de 22 años. Su páncreas e intestino dan a Angelo un par de felices semanas más. Su corazón proporciona una vida nueva a un niño de 1 año. Su ojo permite a un hombre ciego ver. Y su hígado le devuelve a Lucas su vida, además de una calidad de vida que nunca tuvo hasta ahora. 

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El pequeño de 2 años había pasado casi todos sus días en el hospital. La grave enfermedad de hígado que sufría lo postró en la cama; no podía sentarse, y mucho menos, correr. Su cuerpo no podía producir músculos debido a su enfermedad y el niño estaba condenado a la muerte. Pero, gracias a Olivia, lo imposible se hizo posible. Lucas está ya en casa, y ¡puede correr y jugar todo el día!

Facebook/SaveLucas

Esto es un consuelo importante para Lauressa y Brock. Al perder a su hija tan repentinamente, apenas tuvieron tiempo para reconsiderar la idea de la donación de órganos. Sin embargo, ahora saben que tomaron la decisión correcta. Los progresos diarios de Lucas les ayudan a superar la tremenda pena por su pérdida.

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Si la triste pero maravillosa historia de esta princesita de 3 años te llegó a lo más hondo del corazón, compártela con todos tus amigos. La donación de órganos es algo que todos debemos considerar. 

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