Este valiente bebé se opera de un enorme bulto en el ojo
Los británicos Jamie Francis y Aimee Ramos, de 23 y 18 años respectivamente, dieron la bienvenida con ilusión a su primer hijo, Colby. Todo salió según lo previsto, aparte de por una manchita con forma de corazón que el pequeño tenía en su párpado derecho. Esto le iba a traer más de un quebradero de cabeza a los jóvenes padres.
Empezó a crecer poco a poco y cuando era el momento de su revisión rutinaria de las 6 semanas, los médicos se preocuparon por ese extraño bulto. Descubrieron que era un tumor, afortunadamente benigno, pero que, debido a que crecía tan cerca de su ojo, supondría un grave problema para el pequeño ya que podría privarle de la visión de ese ojo.
En su Inglaterra natal no sabían cómo tratar este tipo de tumores. Estaban medicando al pequeño, pero el bulto no paraba de crecer. A los 6 meses, el bulto ya tenía un tamaño más que considerable. "Había gente que pensaba que pegábamos a Colby", cuenta Aimee. "Otros decían, '¿Por qué no le quitas esa cosa asquerosa de su cara?'".
Ante la falta de medios y determinación del sistema sanitario público inglés, la joven pareja buscó ayuda por internet. Y la encontró en la fundación Little Baby Face, que se especializa en niños con problemas y deformidades en la cara. Así, pudieron obtener el tratamiento gratis, valorado en aproximadamente 15.000 dólares.
La familia viajó a Nueva York, donde iban a tratar a Colby. Los médicos sabían que lo mejor que podían hacer era operar al pequeño para extraerle el tumor antes de que dañase el desarrollo de su ojo derecho. Los jóvenes padres estaban intimidados por la situación, pero sabían que era lo mejor para su bebé, que entonces apenas tenía 17 meses.
El día de la operación, el médico les dijo que cuando volvieran a ver a Colby estaría diferente. Su padre lo besó entre lágrimas mientras su madre lo llevaba a la sala de operaciones con los cirujanos. Después, lo dejaron en manos de los profesionales que prometieron cuidar de su hijo.
Como era de esperar, Jamie y Aimee estaban nerviosos mientras su hijo dormía anestesiado y los cirujanos le extirpaban el bulto. Pero sabían que Colby estaba en las mejores manos.
Pero la operación fue sobre ruedas, y los médicos estaban muy satisfechos con el resultado. Tras varias horas de operación, pudieron sacarle el tumor de dentro y coserle la piel para que la cicatriz sea lo menos visible posible.
¡Y sus padres también! No podían contener la emoción al ver a su hijo sin ese tumor bloqueándole el ojo. "Si no se lo hubiesen quitado, hubiese perdido la vista en un ojo. Fue muy emocionante ver cómo se lo intentaba tocar y ya no estaba allí", recuerda Aimee.
En este vídeo, en inglés, puedes ver imágenes de la operación:
Ahora Colby se recupera poco a poco. Le quedó una cicatriz de la operación que tendrán que tratarle cuando pase un tiempo, pero eso será algo rutinario.
Lo importante es que Colby podrá ver correctamente con ambos ojos gracias al trabajo de los profesionales, a la fundación que ayudó a sus padres y, por supuesto, a su propia valentía. ¡Bien por todas las partes! Esperemos que todo le vaya viento en popa a esta feliz familia en el futuro.