Una argentina con trisomía 21 es la 1ª profesora preescolar del país

Cuando la madre de Noelia Garella, de Ciudad de Córdoba, Argentina, quiso inscribirla en el jardín de infancia, nunca pudo imaginar las palabras que saldrían entonces de boca de la Directora del centro: "Aquí no queremos monstruos".  

Desde pequeña, Noelia tenía un deseo, que siempre comunicó a sus padres: ser maestra de jardín de infancia. Le encantaban los niños. Pero aquí es donde lo que se escondía tras las palabras de aquella Directora sin corazón se interpuso en su camino. Noelia había nacido con trisomía del cromosoma 21, también conocida como síndrome de Down. ¿Sabes cuántas personas en Argentina con este síndrome son profesoras de jardín de infancia? La respuesta es cero. 

Tras lograr inscribirla en un centro con personas con más corazón, Noelia siguió adelante con su idea y sus padres la animaron a estudiar maestra jardinera en el Instituto Superior del Profesorado Dr. Antonio Sobralla de la ciudad de Córdoba. Según comenta Noelia, es una carrera con mucho prestigio en el país. Y en 2007 Noelia lo consiguió: tras años de esfuerzo, ¡tenía el título entre sus manos!

En 2012 Noelia se presentó a un puesto para maestra del jardín de infancia "Capullitos", en Villa Cornú, Córdoba. Sin embargo, personas influyentes del equipo directivo expresaron sus dudas. ¿Cómo iba alguien con síndrome de down encargarse de una clase de niños? Tras largas discusiones y consultarlo con padres, ¡Noelia fue contratada en la escuela! Primero comenzó como asistente de lectura: los niños la rodean con ojos brillantes mientras ellas les lee cuentos. ¡Ahora es la maestra de 3 clases y se encarga en total de 170 niños! Cuando vio que uno de sus alumnos tenía síndrome de down, estaba encantada de cuidar de alguien como ella. Todos sus sueños se han vuelto realidad.

Hoy Noelia tiene 31 años, está enamorada de su novio Nicolás Arguello, un chico con síndrome de down. Ahora quiere tener un bebé propio, al que poder leer cuentos. A pesar de las palabras de aquella mujer hace más de dos décadas, "ella es como alguien de uno de mis cuentos. Yo soy un monstruo feliz. Ella es un monstruo triste", aclara Noelia. Contra todo prejuicio y pronóstico, Noelia no cejó en su empeño y nunca olvidó su sueño. Solo podemos darle la mayor enhorabuena por ser la primera profesora de infancia con síndrome de down en toda Argentina, y las gracias por ser una inspiración para muchos otros que puedan sentirse menos que el resto.

Créditos:

Independent

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