Una historia con un gran final: niña augura las muertes de su familia

El padre de familia llevó a su pequeña hijita Lisa de 3 años a la cama. Le contó una historia para dormir y rezaron juntos el Padre Nuestro. Al final, la pequeña dice: “Querido Dios, bendice por favor a mi mami, a papá y a la abuelita. ¡Y adiós abuelito! ” Entonces inmediatamente el padre asombrado le pregunta a la niña: “Pero dime Lisa. ¿Por qué te despides de tu abuelo?” “No lo sé tampoco papá. Solo sé que lo tenía que decir, me salió solo”. La mañana siguiente el abuelo estaba muerto en su cama. El padre y todos pensaron que había sido solo una gran casualidad.

Solo unos meses después, el padre se sentó de nuevo en el borde de la cama de la niña y la escuchó decir sus oraciones. “Querido Dios, por favor, bendice a mamá y a papá. ¡Y adiós abuelita!” Y entonces en la misma noche la abuela tuvo un infarto y murió. Poco a poco el padre empezó a temer y pensó: “¡Por todos los santos! Mi pequeña Lisa tiene el don de las visiones.”

Un par de semanas después el padre volvía a sentarse en la cama de la pequeña premonitoria mientras ella terminaba su oraciones, esta vez con las palabras: “Querido Dios, bendice a mamá. ¡Y adiós papi!” El papá sintió cómo se le aflojaba todo el cuerpo hasta temblarle las rodillas y su corazón se disparaba en rápidos latidos. Entonces se fue pronto a la cama esa noche, pero no pudo cerrar los ojos. Antes de que amaneciera, se levantó y después de arreglarse con mucho cuidado, se dirigió hacia la oficina. Todo el día fue extremadamente cuidadoso e incluso en la comida del medio día, se decidió por tomar una sopa, y dejó la porción de pollo a un lado de la mesa por temor a atragantarse con algún hueso. Su única meta era sobrevivir ese día. Entonces cuando fue la hora de salir, no se dirigió nuevamente hacia su casa sino que se quedó en su oficina, se tomó casi 1 litro de café y observaba el reloj constantemente. Después de mucha vigilia, el reloj dio la media noche. Él respiró profundamente y emprendió más relajado el camino de vuelta a casa.

Al llegar, su mujer lo recibió en la puerta con cara de confusión. “¡Pero mi amor! Nunca habías estado tanto tiempo en la oficina. ¿Pasó algo grave? - “Sabes, sobre eso no quiero decir ni una sola palabra. Solo diré esto: ¡fue el peor día de mi vida!”, respondió él de forma escueta. A lo que ella respondió: “¿Tú crees entonces que tu día fue malo? No tienes ni idea de lo que pasó aquí entonces. ¡Hoy en la mañana nuestro cartero cayó muerto frente a nuestra puerta!”.

flickr/Kevin N. Murphy

Por un minúsculo momento tuve que parar para respirar y digerir en mi cabeza las últimas palabras que leí. Y ahora no me puedo imaginar lo que pasó por la cabeza de ese padre, en ese momento después de un día como ese. Comparte esta sorprendente historia con tus amigos.

Comentarios

Más de Nolocreo