Una mujer usa semen de su hijo muerto para concebir un nieto
La rusa Natalya Klimova es una mujer de negocios muy exitosa. Es disciplinada, de carácter fuerte y no deja que nada se interponga en sus planes. Cuando su marido murió, tomó las riendas de la compañía y la hizo seguir creciendo. Sus amigos la llamaban "la Dama de Acero".
Pero incluso las personas más fuertes del mundo tienen problemas para enfrentar algunos de los retos que la vida les presenta. Su forma de manejar las adversidades nos puede parecer extrema o bizarra. La historia de Natalia es un buen ejemplo de ello...
Para Natalia, lo más preciado en la vida era su hijo Artem, un chico muy sensible, talentoso y muy querido por sus amigos. Estudiaba muy duro para hacer realidad su gran sueño de convertirse en médico. Pero cuando tenía 19 años, le diagnosticaron linfoma no Hodgkin, un tipo de cáncer que ataca el sistema linfático y que suele ser mortal.
Durante dos largos años, Natalya hizo todo lo posible para ayudar a su hijo a combatir la enfermedad. Pagó los mejores y más costosos tratamientos y permaneció a su lado en todo momento. Pero al final, nada pudo salvarlo. El 27 de octubre de 2009, Artem murió en los brazos de su madre.
Pero Natalya no se dio por vencida. Se negaba a que su hijo se fuera de su vida para siempre. Envuelta en un gran dolor, se le ocurrió un plan que dejó a todos con un gesto de incredulidad en la cara.
Antes de que Artem empezara con la quimioterapia, congelaron una muestra de su semen. Se trata de un procedimiento de rutina en caso de que la quimioterapia le provoque infertilidad al paciente.
Natalya no solo anhelaba tener un nieto, también quería que fuera lo más parecido a Artem. Así que recurrió a la donación anónima de óvulos, a la inseminación artificial y a diversas madres de alquiler para tener el nieto que deseaba desesperadamente. Lo intentó varias veces, y al final Natalia logró su objetivo: el 27 de octubre de 2010, exactamente un año después de la muerte de Artem, nació el pequeño Egor.
Pero Natalya no se sentía completamente satisfecha. No quería ser la abuela de Egor, así que luchó en los tribunales por el derecho a aparecer como su madre en los documentos oficiales del niño. El pequeño tenía un gran parecido con Artem.
Natalya se propuso no solo ser la madre del pequeño, sino parecerlo físicamente, así que se hizo un par de cirugías estéticas para parecer más joven. Para entonces, todo el país se había enterado de su historia. Muchas personas estaban indignadas, la tacharon de loca y morbosa. Otras, en cambio, la admiraban por negarse a aceptar su lamentable destino y lograr sus sueños.
Hace poco tiempo, Natalya se sinceró sobre su situación. Se presentó en un popular programa de televisión para anunciar que estaba buscando una abuela para Egor. Natalya no tiene ningún otro familiar vivo y no quiere dejar al niño con extraños cuando esté de viaje o en el hospital. Solicita una mujer mayor, que sea muy amable y que quiera ocupar el lugar de la abuela de Egor y ayudarla a criarlo.
En este vídeo aparece Natalya contando su singular historia (en ruso)...
Muchas personas siguen pensando que Natalya está mal de la cabeza. Se negó a vivir de forma "normal" su duelo y, en cambio, optó por crear su propia realidad. Algunos la consideran una egoísta, otros una mujer muy valiente. Quizás tiene un poco de las dos cosas. Pero si uno no ha vivido algo similar, no puede emitir ningún juicio. ¿No lo crees?