Una familia se enfrenta a 7 años de cárcel porque sus perras ladran

Lo que parece una broma de mal gusto se ha convertido en un infierno para la familia García, de Granada (España). Nicolás e Inmaculada vivían felizmente con sus dos perras labradoras, Nala y Greta. Pero en cuestión de días sus vidas se sumieron en una pesadilla.

Un vecino denunció a la familia alegando que sus perras, de raza Labrador Retriever, ladraban sin parar entre 18 y 24 horas diarias, lo que hacía la convivencia insoportable. Añadió, además, que debido a esos ladridos su familia había sufrido problemas de salud.

Esta denuncia llegó para sorpresa de la pareja, que se quedó estupefacta. No solo esa acusación era falsa, sino que además sus perras eran las más tranquilas y cariñosas que se puede haber visto. ¡Mirad qué tranquilas duermen! Sin embargo, parecía que el vecino iba en serio, así que se vieron obligados a defenderse. La pobre familia tuvo que pagar de su bolsillo a infinidad de expertos para que comprobaran que Nala y Greta no ladraban ni una vez.

La buena noticia es que, en efecto, esos expertos le dieron la razón a la familia. La mala noticia es que el juzgado no admitió las pruebas porque las habían pagado ellos mismos. El juez, dándole la razón al vecino, condenó a 21 meses de prisión a Nicolás y su esposa.

Mientras la familia García intentaba desesperadamente demostrar su inocencia, el vecino les hizo la vida imposible. Tanta fue la presión psicológica, que se tuvieron que mudar a otro pueblo para evitar situaciones aún más incómodas y el sacrificio de las perras, que exigía el vecino.

Pero la cosa no terminaba aquí: si ya pensaban que no podía ir a peor, la fiscalía recurrió la condena y pidió 7 años y 4 meses de cárcel para la pareja por un supuesto delito contra el Medio Ambiente. ¡Y todo por unos ladridos! Nicolás e Inmaculada ya no sabían qué más hacer. Iban a ir a la cárcel por algo que no hicieron, y no sabían cómo evitarlo.

Con lo que esta familia no contaba es con el poder de Internet: gracias a su hija, la historia de la injusta acusación se hizo viral y recibió el apoyo de miles de personas, así como de instituciones que ayudaron a la familia en todo lo posible. Mediante una petición en Change.org, que firmaron 90.531 personas, la noticia llegó a oídos de los medios de comunicación, que se volcaron con la familia.

Al final, tras un largo proceso, y en parte debido a la presión social, la Audiencia provincial revisó de nuevo el caso ¡y desestimó el delito contra el Medio Ambiente! Ahora solo tienen que pagar una sanción administrativa: una multa de 7.560 euros y una indemnización de 5.100 euros. 

Aunque todo haya acabado bien, esta es una victoria agridulce: Nicolás e Inmaculada han tenido que sufrir un completo calvario por algo que no hicieron y casi pierden a sus queridas perras por el camino. Por suerte, consiguieron superar todos los obstáculos gracias al apoyo de miles de personas.

Esta familia nos enseña una importante lección: no importa cuán duro sea el camino, hay que luchar siempre por la verdad ¡y nunca darse por vencidos!

Créditos:

Facilisimo

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