Este elefante es el primero del mundo en recibir una pata ortopédica

El desarrollo tecnológico tiene dos lados, uno bueno y otro malo. El bueno se da cuando usamos la tecnología para ayudarnos unos a otros y para mejorar nuestras vidas. El malo, cuando la usamos para el mal; para mermar las vidas de otros seres vivos. En el caso de Mosha, la protagonista de esta historia, la tecnología a la vez la condenó y la salvó. 

Cuando solo tenía 7 meses, esta elefanta pisó una mina terrestre en el paso fronterizo entre Birmania y Tailandia. La explosión le hizo perder una de sus patas delanteras. Normalmente, al tener tan corta edad, la pérdida de una extremidad resultaría fatal. Pero por suerte, había un grupo de personas con mucho mejor corazón que la que plantó la mina que condenó al pobre paquidermo.

La fundación Amigos del Elefante Asiático se hizo eco de la situación de Mosha y se puso manos a la obra para ayudarla. Un ortopedista especializado en tratar con animales, Therdchai Jivacate, aceptó el desafío de crear la primera pata ortopédica para un elefante. "Cuando vi a Mosha, me di cuenta de que tenía que ayudarla con el fin de que caminara bien", confiesa. Así fue como a los 2 años y medio, Mosha se convirtió en el primer elefante del mundo en andar con una prótesis.

En este vídeo se puede ver cómo le ponen la prótesis:

Otro de los problemas que esta elefanta tendría sería que la velocidad a la que crecía haría imposible que su pata mecánica se sostuviera. Esto es, que ya que ella estaba creciendo a un ritmo agigantado, la prótesis tenía que "actualizarse" para poder soportar su peso y tamaño. Desde 2009, el año en que fue rescatada, Mosha ha necesitado un total de 9 prótesis diferentes. ¡Pero Therdchai se las fabrica encantado!

Cuando recibió su primera pata, Mosha pesaba "solo" 600 kilos. Ahora, pesa más de 2.000. Vive en una reserva con un total de 17 pacientes más, entre los que se encuentra Motola, otro elefante hembra que también pisó una mina de pequeña. Ambas amigas viven felices haciéndose compañía la una a la otra, gracias a la ayuda de las prótesis del doctor Jivacate y de los voluntarios que la cuidan. Años antes la daban por muerta; ahora, no podía estar más llena de vida. Un ejemplo de como SÍ debemos hacer uso de las nuevas tecnologías.

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