Una madre da una sorpresa muy especial a su hija en el día de su boda
El 12 de octubre de 2013, Nozomi Tokunaga y Atsushi Okamoto se casaron en Arc Club Geihinkan en Hiroshima, Japón. Durante la ceremonia, el padre de Nozomi permaneció de pie junto al altar, mientras sujetaba un retrato enmarcado de su esposa, Izumi. Izumi no podía estar presente porque había fallecido 2 meses antes a causa del cáncer.
“Queremos una boda para nuestra madre”.
Nozomi y Atsushi llevaban mucho tiempo soñando con este momento. La pareja se comprometió en abril de 2013, justo después de que Atsushi dejara su trabajo y siguiera a Nozomi a su ciudad natal, Hiroshima. La pareja vivía en Hyogo cuando Nozomi supo que su madre estaba enferma. Entonces no dudó un segundo en irse a vivir con ella para pasar más tiempo con su familia. Eso fue en 2012. Cuando Atsushi le pidió matrimonio a Nozomi un año después, la enfermedad de Izumi había seguido su curso. Querían celebrar la boda ese mismo año para que Izumi también pudiera estar allí y ver a su hija vestida de blanco.
Sin embargo, cuando empezaron a buscar el lugar para celebrar el enlace, Izumi empeoró y tuvo que ingresar en el hospital. Cuando los médicos informaron a la familia de que lo más probable es que no viviera más allá del verano, Nozomi y Atsushi consideraron abandonar la idea de una boda en la que participara Izumi.
Pero un día supieron de una boda que se había celebrado en una habitación de hospital, así que decidieron llamar a los organizadores de aquella boda para ver si podían hacer algo parecido para Izumi. Poco después, empezaron a preparar una sorpresa muy especial para la madre de la novia.
Cuando llegó el gran día, el personal del hospital se llevó a Izumi de paseo, como habían planeado. Mientras tanto, decoraron su cuarto, mientras Nozomi y Atsushi la esperaban.
Cuando Izumi entró, las cortinas estaban echadas y esta encontró a su hija vestida de novia junto a su futuro marido. Por un momento no reconoció a su propia hija. Su expresión pasó de pura sorpresa a felicidad…
... y no faltaron las lágrimas.
Durante la ceremonia, Atsushi y la madre de la novia se dieron la mano simbólicamente. Nozomi le dio un regalo a su madre; esta bajó el velo sobre el rostro de su hija, e Izumi firmó los votos matrimoniales de la pareja.
Pese a durar solo 10 minutos, la ceremonia fue un momento inolvidable para toda la familia.
Izumi falleció un mes después, solo dos meses antes de la verdadera boda.
Pero la pareja no tenía ni idea de que Izumi también participaría en la segunda ceremonia. Tras los votos, pidieron a los novios colocarse frente al altar para recibir un mensaje muy especial. Las luces se bajaron y comenzó un vídeo.
Era un mensaje en vídeo de Izumi, que habían grabado el día de la ceremonia en el hospital.
“Atsushi, Nozomi.
Gracias por lo que habéis hecho por mí hoy.
No esperaba veros tan pronto vestidos de novios.
Me ha hecho muy feliz”.
Fue una sorpresa que nadie esperaba. La novia, su padre y muchos otros invitados no pudieron contener las lágrimas.
“Mucha gente os apoyará durante vuestras vidas.
No estaréis solos.
Todos os apoyarán.
No es malo pedir ayuda.
Y cuando os la den, dad las gracias.
Que vuestro hogar esté lleno de gratitud.
Dar las gracias hace feliz a la gente”.
"Ahora mismo estoy llena de gratitud.
Muchas gracias.
Aún puedo daros un poco de guerra,
pero estoy muy feliz”.
Izumi debía de saber que no estaría en la verdadera celebración de la boda. Una triste historia que, sin embargo, muestra lo bonito que es el amor de una madre.
Aquí puedes ver esta historia en vídeo. El mensaje de Izumi, en el minuto 4:49.
Seguro que Izumi vigila a Nozomi y a su familia donde quiera que esté, toda sonrisas y gratitud.