Pareja con síndrome de Down sigue feliz después de muchos años juntos

Maryanne y Tommy Pilling son una pareja muy poco usual. Han disfrutado de su matrimonio durante 22 años. No han pasado ni un solo día el uno sin el otro. Pero cuando se dieron el sí quiero en Essex, Inglaterra, hace más de dos décadas, causaron todo un escándalo, incluso recibieron críticas muy feroces por su unión. ¿La razón? Ellos tienen algo en común que los distingue de las demás personas.   

Ambos nacieron con trisomía 21, mejor conocida como síndrome de Down. Formaron la primera pareja en el mundo en la que ambos miembros padecían esta alteración genética. En ese entonces, muchos argumentaron que ni siquiera eran capaces de sentir amor de verdad o de entender el significado del matrimonio. 

Sin embargo, esta pareja ha demostrado que las críticas estaban completamente equivocadas. 

Veintidós años después siguen tan enamorados como el día de su boda. La hermana de Maryanne relató el primer encuentro con Tommy: "... regresó a casa con una gran sonrisa en el rostro. No podía dejar de hablar de él y preguntó si podía invitarlo a casa a cenar".

Salieron durante un año y medio antes de que Tommy le pidiera a la madre de Maryanne permiso para proponerle matrimonio a su hija mientras sostenía un anillo que había comprado en una máquina expendedora de chicles. La madre de Maryanne estuvo de acuerdo, pero le pidió que primero consiguiera un anillo de verdad. 

Desde que era una niña, Maryanne había fantaseado con casarse de blanco en una gran fiesta, y ahora estaba a punto de cumplir su sueño al lado de Tommy, pese a las críticas y a las dudas del público. 

Tanto sus familias como sus amigos estuvieron a su lado y los ayudaron a preparar una hermosa ceremonia. 

Pero no solo hubo reacciones negativas por parte del público. Al poco tiempo, empezaron a recibir cartas y mensajes de apoyo de todas partes del mundo. Padres de niños con síndrome de Down escribieron para decir que la boda de Maryanne y Tommy les había dado muchas esperanzas de que sus pequeños encontraran el amor y tuvieran una vida feliz.

Ahora, con 45 años de edad, Maryanne sigue segura de haber tomado la decisión correcta. Recuerda el día de su enlace matrimonial con mucho cariño: "El día de mi boda fue el más feliz de mi vida. Me quedé atónita cuando Tommy me lo propuso, pero no fue necesario pensarlo dos veces antes de darle el sí quiero. Tommy y yo nunca discutimos. Amo demasiado a mi esposo. Es mi mejor amigo".

Son una pareja muy independiente, pero la familia de ella vive al lado. Una situación que ha enriquecido ambos mundos. 

Estos dos sí que han demostrado que el amor es un sentimiento que todo el mundo puede experimentar, que es incluyente y democrático. Todas las personas merecen una oportunidad de dar y recibir felicidad.

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