La "Luz Mala", una leyenda Argentina

Cuando los gauchos caminaban por el campo en el norte de Argentina, justo después de la puesta de sol y en los meses más calurosos del año, veían, en ocasiones, unas extrañas luces brillar. Parecían pequeñas bolas de fuego elevándose tan solo a unos centímetros del suelo. No se trataba de linternas, un insecto o una ilusión: ellos sabían que era algo mucho más terrorífico. 

Nos referimos a la denominada "Luz Mala" o “Farol de Mandinga”, que ha sido avistada por múltiples personas en los pantanos y marismas. Estas han sido incluso fotografiadas y analizadas científicamente, debido a su fantasmagórica apariencia. ¿Pero cuál es la explicación para tan extraño fenómeno? 

Según la creencia popular, esta luz es peligrosa y si uno la persigue puede tener consecuencias fatales. Para protegerse es necesario rezar y mascar el filo de un cuchillo. Pero algunos valientes sí se han acercado e, incluso, han escarbado la tierra bajo ellas. 

Lo que han encontrado allí es simplemente escalofriante: huesos humanos y animales, antiguas sepulturas indígenas y algunos objetos valiosos. Pero hay que tener cuidado: al excavar se desprende un olor que puede ser mortal al respirarlo, por lo que recomiendan tomar aire antes de hacerlo o taparse la nariz con algo. 

La "Luz Mala" es, para los lugareños, las almas y espíritus de personas que sufrieron una muerte injusta o que no fueron enterradas en la iglesia, sino en un cementerio. Pero hay otras explicaciones: se dice también que aquellos lugares ocultan los tesoros de los conquistadores españoles que fueron asesinados por los indígenas de la zona. La Luz Mala se alza sobre ellos para alejarlos del lugar e impedir que sean encontrados y desenterrados.

Muchas veces la luz se queda quieta, pero también se ha sabido de casos que persigue a quienes se intentan acercar. Según los gauchos, para defenderse es necesario hacerlo con un cuchillo, ya que las armas de fuego no tienen ningún efecto contra estos misteriosos faroles. 

Hay algo en lo que todos los lugareños están de acuerdo: las luces son espíritus en pena o ánimas que traen mal augurio y las luces son consecuencia del actuar del diablo.

Los científicos han intentado encontrar la explicación racional a este extraño fenómeno durante años, pero aún no llegan a un acuerdo. En su mayoría creen que se debe a lo denominado "fuegos fatuos", una pequeña luz creada por la combustión de distintos compuestos químicos (entre ellos principalmente el fósforo y el metano) que desprenden los cuerpos en putrefacción. 

De lo que sí están seguros es de que son reales y de que quienes la ven se sienten profundamente asustados por su presencia. ¿Qué harías tú si te encontraras con una? Nosotros te aconsejamos... ¡correr por tu vida!

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