Orca atrapada llora hasta que la rescatan
Las orcas están en lo más alto de la cadena alimenticia ya que no tienen depredadores en los océanos. De hecho, a veces falsamente se las llama "ballenas asesinas" cuando, en realidad, el nombre que los balleneros españoles le dieron en el siglo XVIII era "asesina ballenas". Pero, como todos los seres vivos, pueden verse en situaciones de las que solo se pueden salvar con la ayuda de otros.
En las costas de la bahía de Hartley, en el norte de British Columbia, Canadá, una orca bebé perseguía con ímpetu a la que sería su próxima presa, cuando surgió un contratiempo con el que no contaba: se quedó atascada en las afiladas rocas al acercarse demasiado a la orilla. Poco a poco, la marea empezó a bajar por lo que no le llegaba demasiada agua, y, por si fuera poco, el sol le daba de pleno. Si seguía así durante varias horas, podría morir por deshidratación.
En un intento desesperado de pedir ayuda, la pobre orca empezó a llorar. Esto atrajo la atención de las personas que vivían alrededor, que, sin pensárselo dos veces, acudieron al rescate del malogrado cetáceo. Viendo que el sol apretaba y que podía quemar su piel, los rescatistas le pusieron mantas por encima y las empaparon con agua del mar, para mantenerla hidratada.
"Al principio estaba alterada, podías verlo por su respiración que se aceleraba. Pero después de un rato sabía que íbamos a ayudarla", comenta el rescatista George Fisher sobre la situación. No podían moverla porque se cortaría con las afiladas rocas, por lo que no tenían otra opción que esperar a que subiera la marea.
Y así hicieron, pacientemente durante 8 largas horas. Hasta que, finalmente, la marea subió y la orca pudo escapar de su trampa casi ilesa. Mientras nadaba de vuelta al océano, los rescatistas se despedían de ella, satisfechos por un trabajo bien hecho que ha resultado en una segunda oportunidad para esta orca. ¡Seguro que ya no vuelve a nadar tan cerca de la costa!
En este vídeo puedes ver más imágenes del rescate y escuchar los llantos de la pobre orca en el segundo 19:
Llantos que, gracias al trabajo altruista de los rescatistas, pronto dejaron de escucharse. ¡Un aplauso para todos!