Un caballo es rescatado por un grupo de incansables voluntarios

En abril de 2016, un grupo de personas estaba dando un paseo cerca del pueblo irlandés de Clondalkin. Mientras atravesaban un prado de gran tamaño, vieron algunos caballos galopando por ahí y se detuvieron para admirar  la belleza de estos animales majestuosos. Pero mientras los contemplaban, un terrible detalle llamó su atención. 

Youtube/My Lovely Horse Rescue

Notaron que uno de los caballos llevaba puesta una estructura de metal que parecía estar parcialmente incrustada en la cabeza del pobre animal. Inmediatamente llamaron a My Lovely Horse Rescue, una organización que se dedica a salvar a caballos abandonados y maltratados.

Youtube/My Lovely Horse Rescue

Los voluntarios de la organización acudieron a la pradera, pero sus primeros intentos por atrapar al caballo fracasaron. Obviamente, el equino estaba tan traumatizado que no confiaba en nadie y huía corriendo cada vez que alguien se le acercaba. A los voluntarios no les quedó otra opción más que intentar un método menos sutil. 

Llamaron a Gerry Creighton del Zoológico de Dublín, y este aceptó el reto de ayudarlos. Cuando Gerry vio que el caballo era muy nervioso, decidió tomar medidas drásticas y usar su rifle de balas tranquilizantes.

Youtube/My Lovely Horse Rescue

Pero esta nueva estrategia demostró ser bastante engañosa. Gerry trató de derribar al caballo tres veces, pero el animal se las arregló para huir una y otra vez.

Los voluntarios decidieron probar algo diferente diferente y empezaron a visitar al caballo todos los días; le trajeron zanahorias y otras delicias que comer. Día a día, el caballo se puso menos nervioso hasta que por fin dejó que se le acercaran. En ese momento, Gerry Creighton regresó con su arma tranquilizadora y logró acercarse lo suficiente para dar en el objetivo. Después de cuatro de sus balas y cuatro horas, el caballo estaba lo suficientemente sedado para que el grupo de voluntarios lo llevara al veterinario. 

Youtube/My Lovely Horse Rescue

Cuando estaban en las instalaciones de My Lovely Horse Rescue, el grupo le puso al caballo el nombre de Gerry, y el veterinario inició el doloroso proceso de remover la estructura de la cabeza del animal. El casco era demasiado pequeño para la cabeza de Gerry y se había incrustado en la piel. El veterinario llegó a una terrible conclusión: ¡a Gerry le habían colocado esta estructura justo después de nacer y se había ido enterrado en su cabeza a medida que crecía!

Youtube/My Lovely Horse Rescue

Durante todos esos años, la presión de la estructura sobre la piel le había causado un sufrimiento terrible. Sus heridas estaban terriblemente infectadas, llenas de pus y larvas. Además presentaba cortes muy profundos; estaba claro que tardarían mucho tiempo en sanar.

Youtube/My Lovely Horse Rescue

El veterinario estaba seguro de que se recuperaría de sus heridas físicas, pero no del daño psicológico. Al principio, Gerry permanecía inmóvil en su pesebre mirando hacia la pared. Era obvio que estaba completamente traumatizado. Pero solo dos días después empezó a transformarse asombrosamente.

Youtube/My Lovely Horse Rescue

Gerry se abrió completamente a sus nuevos amigos y dejó que lo acariciaran, incluso comió de sus manos. Un increíble progreso para un caballo que hasta hacía poco solo había conocido el dolor físico y la indiferencia de los humanos. 

 

Pasaron las semanas, después los meses, y el estado físico de Gerry mejoró considerablemente. Las marcas que le dejó la estructura siguen siendo visibles, pero han cicatrizado correctamente. Por fin ha podido vivir una vida sin dolor. Incluso ya encontró a una familia adoptiva, pero tendrá que esperar un poco más antes de irse a su nueva casa.

Puedes ver la historia completa de este emotivo rescate animal en este vídeo (en inglés):

Afortunadamente para Gerry, algunas personas muy observadoras se percataron de su sufrimiento y tomaron cartas en el asunto. De lo contrario, su historia hubiera tenido un final mucho más oscuro. Pero ahora se encuentra muy bien y le quedan muchos años sin dolor por delante. Qué alivio saber que existen voluntarios tan comprometidos como los de My Lovely Horse Rescue, dispuestos a ofrecer su tiempo y energía para hacer del mundo un lugar más seguro para los animales. ¡Ojalá que sigan haciendo esta excelente labor!

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