Las pastillas quemagrasas casi matan a un inglés de 25 años

La obsesión por tener un cuerpo perfecto puede convertirse en una verdadera pesadilla. Que se lo digan a Lewis Brown, un padre de 25 años originario de Suffolk, Inglaterra, que acabó pagando muy caro sus deseos de mejorar físicamente.  

 

#cheese #grin #smile

Ein von Lewis Brown (@lewbro90) gepostetes Foto am

Lewis era un chico saludable de 63 kilos que empezó a obsesionarse con su cuerpo, que veía demasiado enclenque. El joven empezó a ir al gimnasio, pero también a tomar esteroides para ganar los músculos con los que soñaba: finalmente acabó pesando la friolera de 98 kg.

 

#drunk #donotremember #lips #tattoo

Ein von Lewis Brown (@lewbro90) gepostetes Foto am

No contento con eso, en julio del año pasado el británico decidió acudir a pastillas "quema-grasas", concretamente al denominado 2,4-dinitrofenol. Pese a las historias que leyó sobre otras experiencias, Lewis decidió correr el riesgo. Después de tomar 3 pastillas por la mañana y ver que no daban ningún resultado, decidió tomar otras 5. Pronto se dio cuenta de su error: el cuerpo de Lewis empezó a calentarse cada vez más, tanto que finalmente decidió ir al hospital. 

YouTube/ The Doctors

Al verlo, los médicos le dieron un zumo de carbón activado; si no lo bebía, era probable que muriera. Eso es lo último que Lewis recuerda: los médicos le indujeron el coma y le dieron baños de hielo: los productos químicos de las pastillas subieron la temperatura de su cuerpo hasta los 42 grados. La familia de Lewis fue llamada de inmediato al hospital: al joven le quedaban de 2 a 3 horas de vida: no iba a pasar de esa noche. Lewis estaba literalmente "cociéndose" por dentro y sus músculos "muriendo". Finalmente, tras 3 días en coma, los médicos tuvieron que cortarle el músculo delantero de una de sus piernas. 

YouTube/ The Doctors

Sin embargo, pese a los pronósticos, Lewis salió vivo de su odisea. El joven necesitó 4 meses para recuperarse del todo, pero ahora empieza a recordar su pesadilla. "Mi intención era que los esteroides me conservaran los músculos y las pastillas quemaran la grasa". Durante aquella negra etapa, Lewis solo estaba interesado en ponerse más y más fuerte. Además, se volvió agresivo y obsesivo. A pesar de notar estos cambios, siguió entrenándose hasta que la experiencia casi lo mata. Su familia no sabía nada de todo esto. Lewis gastó unas 100 libras al mes, inyectándose o tomando las pastillas de 2-3 veces en semana. 

 

#magaluf #lips #tattoo #dontremember

Ein von Lewis Brown (@lewbro90) gepostetes Foto am

"Los médicos dicen que tengo mucha suerte de estar vivo. Ahora la pierna me ha quedado así pero es algo que tengo que aceptar. Por aquel entonces todo me molestaba y estaba siempre encerrado. Ahora estoy volviendo a ser yo mismo. Mi familia está muy aliviada". Tras esta experiencia cercana a la muerte, lo que le interesa a Lewis es alertar al mundo de los peligros de estas pastillas "quema-grasas", que en Inglaterra pueden comprarse por solo 3 peniques cada una. 

 

#Ibiza #selfie #tan #vain

Ein von Lewis Brown (@lewbro90) gepostetes Foto am

Por fortuna, Lewis ha vivido para contarlo pero muchas personas ya han sufrido a manos de este terrible medicamento, que está prohibido por causar la muerte del 10% de sus consumidores. "He vuelto al gimnasio porque quiero estar en formar, pero nunca más volveré a tocar una pastilla o esteroide en mi vida". No se trata de elegir entre tu cuerpo y la salud, se trata de conseguir un equilibrio que te permita ser feliz y llevar una vida plena y satisfactoria. 

 

#daughter #dad #bestfriends #hot #love

Ein von Lewis Brown (@lewbro90) gepostetes Foto am

Aquí tienes un vídeo con la increíble historia de Lewis (en inglés):

Créditos:

Dailymail

Comentarios

Más de Nolocreo