Paga la boda de su hijastra y luego se da cuenta de que lo han usado
Un hombre relata la sobrecogedora historia sobre la boda de su hijastra. Aunque él había organizado y pagado el evento, ninguna de las 20 personas que quería invitar fueron incluidas en la lista de invitados; ni siquiera su propio nombre figuraba en la invitación. Poco a poco fue descubriendo qué estaba pasando y reaccionó de una forma muy valiente:
"Mi hijastra se casará el 3 de agosto. Ella y su madre han pasado los últimos seis meses de sus vidas planeando los preparativos de la boda.
Mi hijastra se graduó de la universidad en diciembre del año pasado. Yo pagué todos sus estudios universitarios […]. No tiene trabajo y ha vivido con nosotros desde que estudiaba la universidad. Además, le compré un coche cuando terminó el bachillerato para que fuera y regresara de la escuela sin ningún problema […].
De vez en cuando, el bueno para nada de su padre aparecía en su vida y ella se lanzaba a sus brazos. Pese a que no aportaba ni un centavo para su educación ni pagaba pensión alimentaria alguna, cosa que es culpa de mi pareja, ya que la pensión no se incluyó en el divorcio, ella lo sigue queriendo y quiere que siga siendo parte de su vida.
Él le rompió el corazón varias veces, por ejemplo, prefirió irse de la ciudad y además rompió muchas de las promesas que le había hecho […].
Ayer domingo, tuvimos una cena con la futura familia política y un invitado sorpresa, 'el papá biológico'. En esta pequeña cena, mi hijastra anunció que su 'verdadero padre' iba a asistir a la boda y, por lo tanto, podría entregarla en el altar […].
#Viral | Fue engañado para pagar la boda de su hijastra, él responde con 5 palabras que congelaron a todos | https://t.co/WTLh7ml8Iz pic.twitter.com/WmStM0kQj4
— TECnoticias (@tecnoticiasar) 24. August 2017
Creo que nunca antes me había sentido tan enojado y tan despreciado. Estaba temblando. Me tomé algunos segundos para recobrar la compostura […]. Una vez que estuve seguro de poder hablar, me levanté de la silla y dije que quería ofrecer un brindis. No recuerdo exactamente lo que dije, pero en esencia fue esto:
'Me gustaría decir unas palabras'. Todavía recuerdo el golpeteo de las cucharas contra las copas. 'Ha sido un placer ser parte de esta familia durante los últimos diez años'. Miradas de admiración, qué tierno. 'A estas alturas de mi vida, siento que le debo mucha gratitud a la novia y al novio porque me han abierto los ojos sobre algo muy importante'. Se intercambiaron sonrisas que expresaban seguridad. 'Me han mostrado que mi posición en la familia no es la que alguna vez pensé que era'. Una mueca de confusión y de asombro empezó a apoderarse de los rostros de los presentes. 'Alguna vez me consideré el respetado patriarca o guía de la familia al que se acude en busca de ayuda cuando es necesario, pero parece que, en cambio, soy una especie de cajero automático, el encargado de que fluya la corriente de dinero, nada más. En vista de que he sido reemplazado como anfitrión, tanto en las invitaciones como en la ceremonia, renuncio en este momento a mis obligaciones financieras como anfitrión y se las cedo al verdadero papá. Así que salud por la feliz pareja y por el camino que han elegido'. Terminé mi bebida. 'Pueden salir cuando quieran'".
Después de hacer este discurso, el hombre descubrió más detalles acerca de la boda: el menú incluía ingredientes que le provocaban alergia y la música seleccionada correspondía al gusto del verdadero padre. Rompió con su pareja y no se ha arrepentido de su decisión ni por un segundo.