Este bebé se sometió a cirugía en el útero

Christopher Havill, de 27 años, y Kristine Barry, de 25, nativos de Toronto, Canadá, esperaban a su primogénito con toda la ilusión que la ocasión merece. Pero por desgracia no tardaron demasiado en recibir lo último que toda pareja esperando a un niño quiere oír: malas noticias del doctor. Les dijeron que su hijo nacería azul.

Un bebé azul es este que nace con problemas cardiacos y/o respiratorios, lo que puede dar un insano tono azul a su piel. La ecografía reveló que el feto presentaba dos gravísimos problemas congénitos: por un lado, su corazón no impulsaba la sangre adecuadamente por su cuerpo; por otro, la arteria pulmonar y la aorta estaban creciendo donde no debían. Esto hacía que apenas circulara oxígeno por su cuerpo.

Los médicos se pusieron en lo peor: les advirtieron que el bebé o nacería muerto o moriría minutos tras nacer debido a la falta de oxígeno, y además estaban preocupados porque sabían que era posible que no tuvieran tiempo suficiente para llevarlo del paritorio a la sala de operaciones antes de que fuese demasiado tarde.

Entonces, a Kristine y Christopher les propusieron algo radical: hacerle cirugía al feto para abrirle las válvulas del corazón cuando aún estaba dentro del útero. Este procedimiento no se había hecho nunca antes en el mundo, por lo que llamó la atención de la comunidad médica.

Durante la operación, le insertaron un aparato en el corazón con una aguja a través del útero de Kristine, guiados por un ultrasonido. Aunque la operación fue bien, al ser un proceso tan novedoso los propios médicos no podían garantizar que funcionase, por lo que advirtieron a los jóvenes padres que su hijo podría nacer con falta de oxígeno.

¡Pero no fue así! El 23 de mayo de este año, Sebastian, que así le pusieron, vino al mundo con un saludable color rosa y gritando como cualquier otro recién nacido en el hospital Monte Sinaí de Toronto. Nació casi 4 meses antes de tiempo por cesárea, y una semana más tarde se sometió a una operación a corazón abierto para finalmente reparar sus problemas en las válvulas.

Ahora, tiene 3 meses y está creciendo sano y fuerte. Y, aunque necesitará someterse a revisiones constantes para cerciorarse de que todo sigue bien, sus padres saben que Sebastian estaba destinado a nacer muerto o a morir al nacer, pero la operación que hicieron lo salvó y ahora, para él, estas revisiones son un precio muy bajo a pagar.

En esta página de GoFundMe puedes donar para ayudar a la familia. ¡Felicidades a todas las partes implicadas! Y mucha suerte para Sebastian para el resto de su, esperemos, larga vida.

Créditos:

dailymail

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