Mujer con extraño problema metabólico huele a pescado podrido

El olor a pescado y cebolla es sabroso solo en una ocasión: cuando está en tu horno y lo vas a comer pronto. Pero cuando sale de tu propio cuerpo, es una pesadilla. Kelly Fidoe-White, una inglesa de 36 años de Greater Manchester, lo sabe desde que los niños a su alrededor le empezaron a decir que olía a pescado. ¿Qué estaba pasando con su cuerpo?

Youtube/Barcroft TV

Incluso aunque se bañara cuatro veces al día, usara decenas de perfumes, jabones y geles de baño, y refregara su piel hasta quedar roja, la gente seguía diciéndole que olía a pescado podrido, cebolla e, incluso, a caca. El bullying de sus compañeros de escuela, en su adolescencia, así como los hirientes comentarios de sus compañeros de trabajo y pacientes, en la adultez, fueron minando poco a poco su autoestima y confianza. 

Había, además, otro problema: Kelly no tiene sentido del olfato. Así que por sí misma no podía saber qué tan intenso o no era su olor. Para evitar a toda costa el contacto con la gente, tomó todos los turnos de noche en el hospital The Royal Oldham, donde trabaja como radióloga. Allí, se vio en la obligación de explicarle a sus compañeros su grave e incómodo problema. 

Fue entonces cuando, al investigar por sí sola, descubrió documentales y testimonios de personas que padecían de lo mismo. Así fue como dio con el nombre de su problema: trimetilaminuria, un desorden metabólico muy raro mejor conocido como "síndrome de olor a pescado". El cuerpo de Kelly es incapaz de procesar un componente de las comidas que se llama “colina”, por lo que el organismo lo elimina a través del sudor, el aliento, la orina y otros fluidos. El problema: tiene un fuerte olor a pescado podrido. Y no, no tiene cura.

Sin embargo, después de autodiagnosticarse y corroborarlo con doctores en el año 2015, también descubrió que muchos de los perfumes y jabones que usaba tenían el efecto contrario al deseado, ya que empeoraban el olor. Así que ahora trata su condición genética con un cocktail de remedios que la ayudan a mejorar su flora intestinal y usa jabones con un pH balanceado y adecuados a su tipo de piel. 

Youtube/Barcroft TV

Por suerte, Kelly no está sola en la vida. Hace 16 años conoció a Michael por internet, que ahora es su esposo. Michael cuenta que al principio no notó nada raro en Kelly, pero cuando lo supo no le molestó. Por supuesto, reconoce que hay veces que no ha sido agradable, pero no le ha dicho nada a su esposa para no herirla. ¡Qué caballero!

En esta foto puedes verlos acaramelados en el día de su boda. Una ternura, ¿no es cierto?

Youtube/Barcroft TV

Gracias al apoyo de sus compañeros de trabajo y el amor incondicional de su esposo, Kelly ha recuperado el amor propio y se siente más empoderada que antes. Con respecto a su enfermedad, cuando alguien le comenta algo sobre su mal olor, intenta explicar y educar a la persona de que no es un problema de higiene personal. De esa manera, pretende ayudar a otras personas que también sufren de la misma condición y que han sido discriminadas durante su vida. Incluso, se lo intenta tomar con humor y bromear al respecto. 

Tenemos la certeza de que el apoyo de la gente que la rodea, la entiende y respeta permitirá que Kelly tenga una vida feliz. Además, esperamos que otras personas con la misma condición sientan que pueden vivir una vida normal si hablan abiertamente de su problema. ¡No están solos! 

Si quieres saber más sobre su historia, puedes mirar el video a continuación (en inglés): 

Créditos:

Mail Online, Mirror

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