Arregla el pelo de una chica con depresión que no se peinaba hacía años

Kayley Olsson, de Iowa, estaba trabajando en su peluquería cuando una adolescente de 16 años entró por la puerta. El pelo de la chica era un completo desastre: había pasado mucho tiempo desde la última vez que se lo peinó. Cuando la chica se sentó en la silla, le pidió a Kayley que se lo cortara hasta que no quedara nada. Pero después de escuchar su historia, la peluquera supo que tenía que negarse a tal petición.

Y es que la chica en cuestión llevaba mucho tiempo luchando contra una grave depresión. Llegó a un punto en el que ni siquiera era capaz de cepillarse el pelo, pensaba que no era digna de hacerlo; pensaba que ella no valía nada. Únicamente se levantaba de la cama para ir al baño. Debía empezar las clases en unas semanas, pero primero debía hacerse unas fotos para el colegio. Incapaz de peinarse el cabello para las fotos porque no podía enfrentarse al dolor que le ocasionaba el simple hecho de hacerlo, acudió a la peluquería para deshacerse de él. 

Pero Kayley quedó destrozada por su historia y decidió que no se daría por vencida. Estaba determinada a salvar el pelo de esa chica. Y fue duro: trabajó junto con otra compañera durante 8 horas seguidas ese día y durante 5 horas más al día siguiente, ¡pero el resultado es espectacular!

"Conseguimos que esta linda chica volviera a sonreír y que sintiera que sí que vale", cuenta Kayley. "Me gustaría que esto fuera una lección para la gente. Las ENFERMEDADES MENTALES afectan a personas de todo el mundo y de todas las edades. PADRES, tomáoslo en serio y no empujéis a vuestros hijos a superar algo que no pueden. UN NIÑO no debería NUNCA sentir que es tan poco valioso que ni siquiera se quiere cepillar el cabello". 

Pero quizás lo más inspirador de esta historia es saber la reacción de la adolescente cuando se vio frente al espejo: "Volveré a sonreír para mis fotos hoy. Me has hecho sentirme de nuevo como yo misma", dijo con una sonrisa en la cara.

Las personas con enfermedades mentales son estigmatizadas en una sociedad que no consigue entenderlas. Recuerda siempre que una mano amiga en el momento adecuado puede salvar a una persona que se dirige sin frenos hacia una espiral de autodestrucción de la que será muy difícil que salga. ¡Ayuda siempre que tengas la oportunidad!

Créditos:

Mirror, Facebook

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