Sufrió un ataque brutal y ahora lanza un nuevo aparato de seguridad
Katja Romanovskaya es una mujer hermosa y segura de sí misma. Todos los que la conocen o han visto fotos de ella pensarían que esta mujer de 41 años tiene una vida perfecta. Pero un día publicó un terrible secreto de su pasado en Facebook.
El 24 de mayo de 2000, la vida de Katja cambió para siempre. En ese entonces, vivía en Maykop, una ciudad en el sur de Rusia. Katja iba de camino a casa cuando un desconocido se le acercó de repente. Él hombre trató de iniciar una conversación con ella, pero Katja ignoró sus insinuaciones y continuó su camino. Pero al entrar al edificio de apartamentos donde vivía, escuchó pasos detrás de ella. ¡Miró hacia atrás y vio al joven que la había acosado corriendo hacia ella con un cuchillo en la mano!
Los siguientes dos minutos fueron los más horribles en la vida de Katja. El hombre la atacó sin dar ninguna señal previa y la apuñaló una y otra vez. Katja trató de escapar, pero su agresor no desistió. Afortunadamente, un vecino escuchó los gritos de Katja y se acercó al lugar para ver qué estaba pasando.
Cuando el atacante vio al testigo, escapó inmediatamente de la escena. Llevaron a Katja al hospital, donde evaluaron la magnitud de sus heridas: tenía nueve puñaladas y un corte de gran tamaño en el abdomen. Era una suerte que la joven siguiera con vida. Cuando Katja despertó de la primera operación, apenas si se podía mover. Tenía cicatrices enormes en todo el cuerpo y padecía dolores intensos.
A pesar de haber sufrido un ataque horroroso, Katja confesó más tarde que la peor parte llegó después.
Además de las heridas físicas, Katja sufrió un trauma emocional profundo. Después del ataque, vivía en un estado de pánico constante. Le sobraban los motivos, ya que, además, la policía no pudo hallar al agresor. Sufría pesadillas y ataques de ansiedad; no se atrevía a salir a lugares concurridos. Con el tiempo, su cuerpo sanó, pero su mente revivía el horror a diario. Seis meses después del ataque, seguía completamente traumatizada.
Su familia y amigos estuvieron a su lado para ayudarla, pero sin quererlo, algunos empeoraban las cosas. Katja no podía soportar que le dijeran cosas como: "Pobre de ti. Eras tan guapa. Y ahora, con esas cicatrices... Hazte la cirugía para borrártelas". Pero Katja tuvo una idea mejor, que dejó a todos con la boca abierta.
Se dio cuenta de que no podía escapar de la pesadilla y de que tenía que hacer las paces con el miedo, así que decidió no dejar que le arruinara la existencia. En cambio, se mudó a Moscú e inició una nueva vida, de la que ahora está muy orgullosa. Una gran parte de su nueva rutina consistía en reunirse con algunas personas muy emprendedoras para desarrollar un nuevo dispositivo de seguridad para ayudar a mujeres que se encuentren en situaciones peligrosas.
Después de años de investigaciones y desarrollo del producto, finalmente lanzaron su sistema de seguridad en 2016. Se llama "NIMB" y es un tipo de anillo muy especial. El dispositivo contiene una tecnología que le permite a la usuaria pedir auxilio simplemente presionando un botón de la parte inferior. Katja organizó una campaña de donación para financiar el proyecto y los resultados son absolutamente extraordinarios.
En este vídeo, el equipo presenta el "NIMB" y explica qué fue lo que los inspiró a crearlo y cómo funciona (en inglés):
Katja resumió sus sentimientos acerca de su vida desde el ataque en este mensaje de Facebook:
"Soy superviviente de un crimen, no una víctima. No tengo idea de qué tipo de persona sería sin estas cicatrices. Tuve que aprender a escribir con la mano izquierda, salir a la calle sin miedo. He visto cómo mi familia y amigos se han preocupado por mí. Algunos desconocidos me donaron sangre. Tuve acceso a los medicamentos necesarios, las enfermeras permanecieron despiertas noches enteras. Cientos de personas hicieron todo lo que pudieron por mí. Todo para salvar a una chica común y corriente".
La historia de Katja ha conmovido a millones de personas en todo el mundo. Algunos la han criticado por "rentabilizar" sus cicatrices, pero la mayoría de las personas simplemente ven a una mujer muy valiente. Una cosa es cierta: definitivamente, Katja es una superviviente. Y si "rentabilizar" significa evitar que otras mujeres pasen por el mismo infierno que ella, entonces se trata de unas ganancias muy bien merecidas.