Conmovedor reencuentro entre un soldado y su perro tras 3 años

En el ámbito hostil de una guerra, es difícil encontrar algo que nos evoque a nuestro hogar y nos mantenga con los pies en el suelo. Pero Vance lo encontró, y desde que sus miradas se cruzaron, su vida no ha vuelto a ser la misma.

Era enero de 2012 en Afganistán. Vance McFarland, especialista militar estadounidense, fue enviado a la guerra junto a Ikar, un perro entrenado para detectar explosivos. Allí, durante el despliegue, en los que ambos trabajaron juntos para encontrar artefactos explosivos en la carretera, Vance y Ikar se volvieron uña y carne. El militar no solo le daba de comer; estaba todo el tiempo pendiente de su compañero de cuatro patas. 

Para Vace, Ikar no era simplemente un perro; era mucho más. En una situación en la que a veces había buenos momentos, pero a menudo también malos, "tener a Ikar sin duda lo hizo mucho mejor. Tener a un perro contigo en el despliegue es casi como tener un pedacito de hogar", confiesa Vance. Su conexión era tan fuerte que los otros soldados estaban incluso celosos.

Sin embargo, cuando volvieron de Afganistán, sus vidas tomaron rumbos separados. Ikar fue enviado a un contratista privado, que aseguró que tenía trabajo para él... pero al final resultó que no. Así que fue enviado a una perrera, donde se suponía que iba a pasar una estancia temporal, 4 o 5 semanas. Pero la realidad fue muy distinta: Ikar estuvo abandonado durante 17 largos meses.

Fue entonces cuando la Operación de Rescate K9, una organización que se encarga de dar una nueva oportunidad a los perros "jubilados", tomó cartas en el asunto, y sacó a Ikar de su cautividad. Ahora sólo quedaba buscarle un hogar. Y todos sabían dónde.

Cuando Vance despertó una mañana, vio que los miembros de la organización le habían llenado su Facebook de mensajes preguntándole sin parar sobre un perro, y cuando se enteró de todo por lo que había pasado Ikar en ese tiempo, no lo dudó ni un segundo: aunque ya tenía 2 perros, ¡iba a adoptarle inmediatamente!

Tras 3 largos años separados, que parecieron eternos, Ikar y Vance se reencontraron por fin en el aeropuerto. Vance, muy nervioso y emocionado, esperaba el momento de volverlo a tener entre sus brazos. Y en el instante en que aparece Ikar, el perro se abalanza sobre él y Vance grita de alegría.

Aquí puedes ver el vídeo del emotivo reencuentro (en inglés):

Para muchos el hogar no es el sitio donde vives, sino aquello que te transmite paz y tranquilidad, donde no tienes miedo a ser tú mismo. Y ese hogar puede ser una persona... o incluso un fiel amigo de cuatro patas. 

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