Amigos: buzo visita al mismo pez todos los días durante 30 años

Hiroyuki Arakawa tiene un trabajo tan maravilloso como inusual: todos los días bucea en la bahía del puerto de Tateyama, en Japón, ya que se encarga de cuidar el santuario Shinto, que se encuentra debajo del agua.  

Hace 30 años, en sus inmersiones acuáticas, conoció a Yoriko, un pez hembra semicossyphus reticulatus. El hombre y el pez se cayeron muy bien desde el principio. Desde entonces, Hiroyuki empezó a reunirse con su amiga acuática.

Un día, Hiroyuki se dio cuenta de que algo andaba mal con Yoriko. Al parecer, estaba enferma o herida; su débil estado físico no le permitía cazar comida por sí misma. Hiroyuki no lo pensó dos veces. A partir de ese momento, le llevó cinco cangrejos todos los días. Su amiga marina se recuperó muy pronto de su enfermedad gracias a la ayuda de este señor.

Eso sucedió hace varias décadas, y Hiroyuki sigue ocupándose del refugio submarino. Cada vez que ve a Yoriko, ella nada inmediatamente hacia él, incluso lo ha dejado besarle la cabeza. 

Puedes ver toda la historia aquí (con subtítulos en inglés):

Según la experiencia de Hiroyuki, es relativamente fácil atraer la atención de los animales ofreciéndoles comida, pero es mucho más complicado ganarse la confianza hasta el punto de que el animal te deje tocarlo. "Tengo una maravillosa sensación de plenitud en mi corazón", dice el submarinista con orgullo. Y no es para menos: se encarga de cuidar un lugar espiritual, y está claro que se merece la profunda amistad que tiene con este pez.

Créditos:

Bored Panda

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