Una chica inglesa quiere ser conocida como la Barbie británica
Aunque podría disfrutar de una vida normal como cualquier otra persona de su edad, la inglesa Hannah Gregory, de 22 años, decidió tomar su propio camino. Su cuerpo y su pasión han complicado su vida mucho más de lo que puedes imaginarte.
Con una diminuta cintura de 55 centímetros, las medidas de su cuerpo son similares a las de una Barbie. Hannah también lleva pestañas postizas extralargas y unos lentes de contacto especiales para imitar el brillo de la mirada de la muñeca. Además, selecciona sus vestidos cuidadosamente para mantener la ilusión de ser una muñeca viviente.
No obstante, Hannah no siempre ha sido así. Mientras crecía, nunca se sintió a gusto con su propia personalidad. "Era terriblemente tímida y estaba acomplejada por mi apariencia. Pensaba que era fea y flacucha", explicó.
Su admiración por la imagen de la muñeca Barbie la animó a vestirse como ella, y muy pronto descubrió que esto la hacía sentir mucho más segura de sí misma. Siempre que lleva ropa normal, se pone nerviosa nuevamente. Sin embargo, mantener este 'look' no está exento de dificultades, ya que pasa tres horas al día arreglándose; además, la gente suele mirarla de arriba abajo o burlarse de ella en público debido a su apariencia.
"Cuando salgo de casa, la gente se ríe y hace comentarios muy desagradables sobre mí. […] Pero estas agresiones no me molestan, me siento tierna y feliz como una muñeca", dijo Hannah.
Sin embargo, esta chica de 22 años no solo ha llamado la atención en las calles en un sentido negativo. "Adondequiera que voy, los desconocidos me miran por mi aspecto físico. En Sheffield las personas quieren hacerse 'selfies' conmigo y me felicitan por mi 'look' de princesa. Es muy lindo".
En lo que respecta a los chicos, su apariencia es un arma de doble filo. Muchos hombres se obsesionan por su aspecto de muñeca y enseguida se enamoran de ella. Sin embargo, Hannah lo considera superficial:
"Chicos que nunca antes me habían hablado ahora se acercan a mí para decirme que les encanto, y quieren salir conmigo. Pero ni siquiera saben cómo soy por dentro, solo les gusta mi apariencia exterior. Los chicos me ven como a una muñeca e inmediatamente me sexualizan".
También hay algunos hombres que la evaden porque creen que ella los va a rechazar o se sienten incómodos debido a su aspecto de muñeca. Hannah vivió esta situación sobre todo al empezar la universidad:
"El primer día en la universidad, nadie habló conmigo, me afectó que nadie mostrara interés en mí. Pero después, mis compañeros de clase me dijeron que se habían sentido intimidados por mí y que tenían miedo de acercarse porque me parecía demasiado a una muñeca".
Ahora le encanta vestirse como una muñeca y anima a otros a que asuman su individualidad: "Si eres feliz y te gusta tu estilo, no importa lo que la gente diga detrás de ti. ¿A quién le importa? Solo es su opinión", sostiene Hannah.
Mientras tanto, parece como si Hannah por fin hubiera encontrado a alguien que no solo está fascinado con su físico. De acuerdo con Facebook, tiene una relación amorosa desde agosto de 2016.
Esto demuestra que no necesita cambiar lo que está haciendo para ser feliz. ¡Hannah puede ser un ejemplo a seguir para todo el mundo!