Una chica de 27 años vuelve a caminar contra todo pronóstico

Esta historia comienza con un SMS: el que escribía un hombre mientras conducía distraído su vehículo por las calles de Leeds, Inglaterra. Ajena a esto, Haddie Borbély, una chica de 27 años, cruzaba tranquilamente por el paso de cebra. Hacía 2 meses que había conocido a su novio y su agenda estaba muy apretada: en esos momentos hacía un curso avanzado en la Universidad, y además hacía mucho deporte, como escalada, senderismo y gimnasio. 

Pero entonces llegó el caos: segundos después de empezar a cruzar la calle, Haddie estaba en el suelo, presa bajo el automóvil que la acababa de arrollar. Los servicios de emergencia no tardaron en llegar y enseguida intentaron por todos los medios liberar el cuerpo de Haddie de debajo del vehículo. Cuando finalmente lo consiguieron, la llevaron de inmediato al hospital. 

Casualmente, el hospital no era un lugar en absoluto desconocido para Haddie: la chica es enfermera de neonatos y lleva años salvando la vida de recién nacidos. Los médicos allí trabajan a contrarreloj para salvarle la vida; las heridas de Haddie son múltiples: fractura de tibia y peroné, una fractura por presión, la rodilla dislocada, múltiple rotura de ligamentos y tobillo roto. 

Las noticias que recibió entonces Haddie fueron devastadoras: los médicos le dijeron que no podría volver a andar. En ese momento, Haddie le dijo a su novio: "no tienes por qué quedarte conmigo. No soy la misma chica que conociste y entiendo que quieras seguir adelante". El futuro que le esperaba con solo 27 años era desolador. Sin embargo, Haddie tomó una decisión: volvería a caminar; sin importar lo que dijeran los médicos. A Haddie le colocaron un aparato llamado Ilizarov, con el fin de repararle los huesos rotos. El dolor era terrible.

Seis meses después, se lo retiraron. Pese a estar contenta por no llevarlo más, lo peor para ella eran las cicatrices que le habían quedado, después de también hacerle injertos de piel donde el hueso le había rasgado la piel. Cuando llegó el verano, el complejo se agravó: ¿cómo iba a llevar pantalón corto? Finalmente decidió aceptar sus cicatrices y aprender a quererlas. Pero además, nos hemos dejado algo atrás: cuando la joven le hizo aquel ruego a su novio Tom, este, en lugar de seguir con su vida, decidió permanecer a su lado. Cuando sus cicatrices la atormentaban, Tom estaba junto a ella, animándola y dándole su cariño. 

Pero un año después, la historia dio un nuevo giro, y es que Haddie, con la ayuda de muletas, ¡comenzó a caminar! Los médicos no salían de su asombro y estaban maravillados con la extraordinaria recuperación de la joven. Cuando uno de ellos vio en una radiografía que su peroné se estaba reconstruyendo, la llamó "mujer lagarto". 

Hace un año los médicos le aseguraron que no podría volver a andar. Hoy esta valiente enfermera ha demostrado que somos capaces de mucho más de lo que pensamos. Haddie incluso ha participado en un entrenamiento de escaladores que la organización sin ánimo de lucro Look Good Feel Better UK organizó para recaudar fondos y ahora cuenta sus experiencias en su página de Facebook "El viaje de Haddie". ¡Y Tom nunca se ha apartado de su lado!

Si algo nos ha demostrado esta enfermera, es que lo imposible es, a veces, posible. Gracias a su tesón pero también a su familia, a su cariñoso novio, y a la labor de los médicos, esta chica ha recuperado la vida que un día un hombre distraído al volante le arrebató. Esta es la historia de la chica que no aceptó un "no" por respuesta.

 

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