Estas dos gemelas tienen la misma enfermedad y ambas se curan

El 4 de julio de 2007, Alissa y Michael Dunn dieron la bienvenida a su familia a las gemelas idénticas Isabella y Madeline. Los jóvenes padres no cabían en su ser de alegría: pocos días tras el parto volvieron a su hogar con dos pequeñinas sanas. O eso era lo que todos pensaban.

YouTube/The Christian Broadcasting Network

Solo dos meses después, una revisión rutinaria en el pediatra les dio un fuerte susto: notaron que el estómago de Madeline estaba hinchado. Michael cuenta sobre ese día: "Se notaba cómo la cara del médico cambió. Ambos sabíamos que no era una revisión normal".

Madeline se sometió a un ultrasonido. "Pensábamos que era imposible que fuera cáncer, era demasiado joven. Pero lo era", confiesa Alissa. Efectivamente los resultados confirmaron que, a sus dos meses de edad, Madeline había desarrollado una poco común forma de cáncer infantil.

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Pero pronto, los médicos tenían aún más malas noticias. Por si los pobres padres no tuvieran bastante, su hermana Isabella empezó a mostrar los mismos síntomas. Las pruebas confirmaron las peores presagios: ambas hermanas tenían el mismo tipo de cáncer exactamente en el mismo lugar.

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El estado de ambas empeoró progresivamente y los médicos, al ver que tenían sus hígados ya llenos de células cancerígenas, no podían hacer otra cosa que darles un fuerte tratamiento de quimioterapia y aislar a las pequeñas, que no podían ni ser tocadas por sus padres.

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Pero en un intento de que las pequeñas se apoyasen entre sí, los médicos reunieron a Isabella y Madeline durante la segunda ronda de quimioterapia. Y por primera vez en mucho tiempo, las pequeñas mejoraron tanto su salud como su estado de ánimo. "Nos dejaron juntarlas por primera vez y se reconocieron. Empezaron a patear y a sonreír, y no habían hecho eso en un mes", dijo Alissa.

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La mejora fue tal que a las pocas semanas pudieron volver a casa donde continuaron sus tratamientos. Y, meses después de recibir la fatal noticia, llegó, por fin, la que todos esperaban. Era un 14 de diciembre, y la familia estaba reunida en casa; el árbol de Navidad tenía las luces encendidas. El teléfono sonó, y la voz al otro lado sonó a milagro de Navidad cuando les informaron de que ya no quedaba rastro de la enfermedad en ninguna de las dos gemelas. 

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Ahora, celebran sus cumpleaños libres de cáncer. Las posibilidades de que dos gemelas idénticas nazcan con una rara enfermedad en el mismo lugar del cuerpo suena muy poco probable. Pero igual de poco probable era que las dos se recuperaran sin más secuelas, ¡y así ocurrió!

En este vídeo, en inglés, puedes ver una entrevista con Michael y Alissa:

¡Suerte para afrontar todo el largo futuro que tienen por delante!

Créditos:

littlethings

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