La historia de Cassady, el gatito en silla de ruedas
Muchas de nuestras historias se centran en el rescate imposible de animales desamparados que con suerte se acaban recuperando y encontrando un hogar. Pero la que te presentamos hoy es un poco diferente. Esta vez, te mostramos la otra parte: lo que ocurre tras el rescate de estos animales, para que puedan tener una vida normal. Aquí te presentamos a Cassady, el gatito en silla de ruedas.
Este gatito canadiense fue rescatado tras haber sobrevivido durante dos meses con otro grupo de gatos salvajes. El problema es que él no era uno más de la manada. Cassady (que por aquel entonces suponíamos que aún no se llamaba así, ¡habría que preguntarle a sus amigos!) no podía andar porque no tenía patitas traseras. Los veterinarios que lo rescataron piensan que puede ser debido a que su madre se las mordió y comió cuando dio a luz, al tratar de deshacerse del cordón umbilical. Sus cuidadores piensan que tuvo mucha suerte de sobrevivir.
Cuando fue rescatado, con solo dos meses, no sabía cómo andar y apenas se valía por sí mismo. Por suerte, la asociación Tiny Kittens llegó justo a tiempo. La persona que lo vio pensaba que Cassady era "lo contrario a un velociraptor, porque andaba con la patas delanteras solo". "Estaba casi muerto por el hambre. Su cuerpo estaba exhausto; no tenía con qué luchar la infección que tenía en ambos muñones", dijo el portavoz de la asociación en Facebook. Apenas pesaba medio kilo, y tenía tantos problemas que no podía ni orinar por sí mismo. Los veterinarios recomendaban acabar con su sufrimiento y sacrificarlo.
Facebook.com/HandicappedPetsCanada/
Pero por supuesto, los verdaderos héroes nunca se rinden. No solo consiguieron que se recuperase, sino que pretendían que consiguiera andar y valerse por mi mismo. Un experto en prótesis para animales discapacitados diseñó un aparatito para que Cassady pudiese andar solito. En este vídeo se ve cómo da sus primeros pasos:
Impresionante, ¿verdad? ¡Vaya cambio en solo unas pocos semanas! No es de extrañar que en la fundación lo llamen "gatito milagro". Pero lo mejor está por venir: en este vídeo puedes ver que ahora ha aprendido a andar.
¡Ahora la transformación está completa! Primero apenas se movía, después lo hacía con su sillita de ruedas, y ¡finalmente puede él solo! Vale que no tiene el estilo más definido del mundo, pero a todos nos gusta lo diferente, ¿no? Digamos que tiene unos andares muy... originales.
La mayoría de los compañeros de Cassady son adoptados pasado un tiempo; una vez superados todos los problemas médicos. Como el caso de nuestro protagonista es especial, es posible que tarden un poquito más en darlo en adopción. Pero viendo el historial de este luchador, creo que está claro que pronto estará listo para salir a comerse el mundo, ese mismo mundo que una vez casi lo devora. ¡Suerte, amiguito de (ahora sí) cuatro patas!