Una bebé foca perdida es descubierta por vacas
Celebration ("celebración"), una bebé foca, no tuvo un comienzo de vida fácil. A los pocos días de nacer, se vio separada de su madre y de su hogar, el océano, sin ninguna posibilidad de volver. Estaba completamente perdida y sola en la inmensidad del mundo.
Sin embargo, el destino tenía un plan preparado para ella. Un día, mientras Celebration paseaba por la reserva natural de Frampton Marsh (Inglaterra), se quedó atrapada en el barro sin poder salir. Las cosas no pintaban muy bien para la pobre foca... hasta que los seres más insospechados la encontraron.
En efecto, lo que aparece en la foto son un grupo de vacas. Las reses vieron a Celebration intentando escapar de su cautiverio, y se acercaron curiosas a investigar qué clase de animal era ése, que invadía su territorio. En los alrededores, Ian Elwis observaba pájaros cuando se sorprendió al ver tamaña reunión de vacas rodeando algo que parecía de especial interés. Al echar un vistazo con su telescopio, descubrió algo que le dejó atónito: ¡una bebé foca! Rápidamente, Ian dio la voz de alarma y comenzó el rescate de Celebration.
Sus rescatadores la llevaron inmediatamente al hospital de focas Skegness Natureland. Celebration no se encontraba muy bien: estaba deshidratada y había perdido mucho peso. Además, padecía una infección en los pulmones. Pero no había de qué preocuparse: nuestra pequeña foca había caído en buenas manos, y había encontrado un nuevo hogar en el parque Skegness Natureland Seal Sanctuary, donde la cuidarían y le darían amor.
Pero lo mejor de todo es que Celebration no estaba sola: Charlie, otro bebé foca, ¡había llegado al mismo tiempo que ella! Ambos se pasan el día comiendo y disfrutando de la compañía del otro. Al fin, su solitaria vida había terminado. Pero aún quedaba mucho por hacer: Celebration seguía lejos de su familia y su verdadero hogar.
Finalmente, llegó el gran día. Cuando Celebration y Charlie ganaron suficiente peso, el equipo de Natureland consideró que era hora de que volvieran a su verdadero hogar: el mar. A pesar de llevar tanto tiempo sin ver su hábitat natural, el instinto de nuestra bebé foca la llevó directamente a las olas, sin mirar atrás, quizá oyendo el susurro de su madre llamándola.
Celebration estará ahora nadando junto a su madre, disfrutando de la felicidad. Pero seguro que nunca olvidará a aquellas vacas que la descubrieron cuando estaba en apuros, ni a Ian, ni a todos los que trabajaron duro para devolverla a donde debía estar: con los suyos.