Una pareja adopta a 2 hermanos y 1 niña con necesidades especiales

Los argentinos Juan Castro y Pablo Silva llevan casados desde 2010, el mismo año en el que el matrimonio entre parejas del mismo sexo se legalizó en Argentina. Cuando los recién casados pensaron en adoptar para tener hijos, se iban a enfrentar al desafío más grande y a la vez gratificante de sus vidas.

Mientras estaban de viaje por la provincia de Misiones, en el noreste de Argentina, un taxista les escuchó hablando sobre sus planes de adoptar, y se ofreció a llevarlos a un Hogar de niños llamado 'Piecitos colorados'. La pareja nunca se imaginaba lo que esta visita iba a desencadenar.

Allí conocieron a David. El pequeño y su triste historia les robó el corazón: lo habían separado de su hermano pequeño, Batista. "Nos contaron que la madre había muerto y que la abuela los había tenido durmiendo prácticamente en la calle hasta que la Justicia se los sacó. Pero no sabíamos que estaban separados. David, el de 11 años, estaba en el Hogar. El más chico, de 9 años, había sido apropiado por una abogada, hermana de una jueza", relata Pablo.

Poco después, Pablo y Juan volvieron al Hogar convencidos de que querían adoptar a David. Cuando le preguntaron al niño si quería ser su hijo, su respuesta fue tajante: "Si no es con mi hermanito, no". La pareja le prometió a David que harían todo lo posible para encontrar a su hermano Batista para adoptarlos juntos.

Contrataron a un abogado para que les ayudase en su caso para adoptar a los hermanos. Lograron que un juez citara a la mujer que se apropió de Batista: así fue como, tras 9 meses separados, los hermanos se volvieron a reencontrar.

Tras meses luchando por la custodia, recibieron la llamada que tanto ansiaban: el juez que llevaba el caso decidió que lo mejor era que los dos hermanos crecieran juntos en la misma familia. ¡Juan y Pablo se iban a convertir en papás de dos niños! Se convirtieron en el primer matrimonio del mismo sexo argentino en adoptar a dos niños judicializados.

La familia, ahora de cuatro personas, se mudó a vivir a Tierra del Fuego. Los niños empezaron a ir a la escuela y se adaptaron rápidamente a su nueva vida. Cada año volvían a Misiones para que no perdieran el contacto con el personal del Hogar de niños donde vivieron durante tanto tiempo. También le dejaban una flor en la tumba de su madre.

En una de esas visitas se dieron cuenta de que Yanina, una niña de 11 años que había nacido con Síndrome Alcoholítico Fetal a causa de que su madre abusó del alcohol cuando estaba embarazada, llevaba mucho tiempo en el Hogar sin ser adoptada por nadie. Juan y Pablo pidieron poder adoptarla, y un juez les dio permiso. ¡Ahora son cinco en la familia!

Cuando la mayoría de las parejas que adoptan buscan niños pequeños, sin hermanos y sanos, Juan y Pablo adoptaron a dos hermanos y a una niña con necesidades especiales. ¡Y ahora los cinco forman una familia hermosa y cohesiva con la que estamos seguros serán muy felices!